El desarrollo científico-técnico de Cuba posibilita hoy a la Isla
crecer en masa forestal y a su vez satisfacer las principales demandas
sociales de madera a fin de continuar el incremento de la calidad de
vida en el país.
Ramón Frómeta, viceministro de Agricultura, al inaugurar en esta
capital el IV Congreso Forestal, afirmó que la nación realiza de forma
sostenible el manejo de los bosques, protege la biodiversidad y
ecosistemas y aprovecha los beneficios aportados por esas áreas.
Cuba —destacó— mantiene un ambicioso plan forestal, con el cual se
ha extendido a 24,54 por ciento el área cubierta de bosques y planea
extenderlas hasta alcanzar el 29,3 en el 2015.
El país, además, reactivó la producción de madera aserrada, renglón
que en 2006 aportó 255 mil metros cúbicos del producto, con el cual se
favorecieron los cerca de 200 programas de beneficio social
desarrollados por la Revolución, como la construcción de viviendas,
indicó.
Como antecedente, hay que reiterar que el saqueo a los bosques en
la Isla, mantenido por más de 400 años, redujo a la dramática cifra
del 14 por ciento esas áreas, tendencia revertida definitivamente a
partir de 1959.
El programa cubano de reforestación ha incorporado tierras cañeras,
ganaderas y cafetaleras liberadas de sus funciones, luego de un
proceso de reorganización agrícola y azucarero y la tala de árboles
para la industria responde a la estrategia de sembrar más del doble de
la cantidad cortada.
Registros de la Organización de Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO) ubican a Cuba entre los pocos
países que incrementan los bosques, proceso desarrollado en la nación
caribeña a un ritmo de 67 mil hectáreas anuales.
El Foro, que se celebra en el Palacio de Convenciones de La Habana,
cuenta con la asistencia de más de 500 delegados provenientes de 16
países de Europa, África y América Latina.