El Movimiento de Países No
Alineados demandó hoy ante la UNESCO el cese de las excavaciones que
realiza la fuerza de ocupación israelí en la Ciudad Vieja de
Jerusalén, que ponen en peligro a uno de los Patrimonios Mundiales de
la Humanidad.
Héctor Hernández Pardo, embajador de Cuba en la organización de
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO),
dio a conocer el reclamo de los No Alineados (NOAL), concertación que
preside su país en estos momentos.
La Declaración del Grupo de los NOAL fue presentada por Hernández
Pardo durante una reunión especial del Consejo Ejecutivo de la UNESCO,
realizada a petición de los Estados árabes miembros de ese órgano.
Los trabajos que viene efectuando Israel en uno de los accesos de
la histórica mezquita Haram es-Sharif, constituyen una violación
flagrante de las disposiciones de la Convención y del Comité de
Patrimonio Mundial, argumentó el diplomático.
Antes del encuentro en París, la UNESCO había enviado a la zona a
una comisión de expertos para evaluar las actividades que se realizan,
y el dictamen de la misma llama a Israel a detener los mencionados
trabajos.
Las labores se ejecutan desde febrero último en el sendero de
tierra que conduce a la Puerta de Los Moros -único vestigio del
asentamiento marroquí que Israel arrasó por completo en 1967-, y vía
de entrada al Noble Santuario (de la Ciudad Vieja de Jerusalén).
Para la Liga de Estados Arabes las infracciones cometidas por
Israel tendrán graves consecuencias, y se afirma que las repetidas
actuaciones de la fuerza ocupante tienen el propósito de alterar las
características geográficas, demográficas y arqueológicas de
Jerusalén.
Luego de explicar la solicitud de los NOAL, al hablar en
representación de Cuba Hernández Pardo llamó a favorecer la creación
de un comité de expertos que sugiera un plan de acción adecuado para
la restauración del asentamiento marroquí en la zona.
Asimismo, pidió reconocer de una vez y por todas que la
preservación de la Ciudad Vieja de Jerusalén es una tarea de
significativa importancia para la UNESCO, y se corresponde claramente
con su mandato y su perfil en el sistema de ONU.
En tal sentido puntualizó que la UNESCO debería contar -como en el
pasado-, con representantes en la Ciudad Vieja de Jerusalén, para que
se pueda monitorear la preservación de ese relevante sitio del
patrimonio cultural, histórico y religioso de la Humanidad.
Si la UNESCO tiene el deber de esforzarse por la protección del
patrimonio en general, muy especialmente debe hacerlo con la Ciudad
Vieja de Jerusalén para evitar que siga destruyéndose un punto de
referencia clave de civilizaciones, culturas, religiones e historia,
recalcó.