Si quisiéramos tener un ejemplo de la prepotencia del Gobierno
Norteamericano y su política genocida, podríamos poner como botón de
muestra el caso de Irán.
Los Estados Unidos de Norteamérica que han agotado sus gigantescas
reservas estratégicas de combustibles fósiles en su locura consumista,
dependen ahora de la importación de estos productos.
Como hemos dicho en otras oportunidades, quien quiera conocer la
ruta de las agresiones imperialistas, le basta con seguir el curso de
la veta de petróleo: Afganistán, Iraq, Siria e Irán, porque en el
mundo, las mayores reservas de este producto, están en el Oriente
Medio.
La actual administración norteamericana que tiene entre sus más
importantes componentes a grandes propietarios de empresas petroleras,
como Cheney y el antiguo Secretario de Defensa Rumfeld y el propio
Busch, quieren apropiarse de toda esa región, a cualquier precio, lo
mismo exterminando a millones de personas, que destruyendo las
maravillas construidas por el hombre antes de nuestra era o las que la
naturaleza nos ha legado.
Los altos precios impuestos a este mineral, la real extinción de
las reservas del petróleo, añadido lo complicado y peligroso de su
transportación, ya sea en buques cisternas o por oleoductos ha hecho
que grandes potencias industriales hayan dedicado enormes esfuerzos en
el desarrollo de la energía nuclear para resolver sus problemas
energéticos.
En Europa, prácticamente todos los países han recorrido este camino
y por ejemplo, Francia ha resuelto con el uso pacífico de la energía
nuclear, el 80% de la energía que necesita
Es conocido que en los últimos tiempos los EE.UU. están
incrementando también la creación de este tipo de plantas nucleares.
Irán, que tiene enormes reservas de combustibles fósiles, también
emprendió este camino.
Pero, como Irán no pertenece al Mundo Occidental, no es una
democracia representativa al estilo que propugna la superpotencia y
posee una riqueza petrolífera que despierta las apetencias imperiales
desmesuradamente, se ha visto bombardeado con muy duras
recriminaciones y amenazada de represalias y agresiones, acusada de
que esas plantas que ha estado desarrollando, no son para el uso
pacífico de la energía nuclear, sino para construir armas nucleares.
Es bueno recordar que en el 2005, Irán suspendió estos trabajos por
un pedido del Consejo de Seguridad de la ONU, para que la OIEA y
especialistas de otros países, miembros de ese Consejo de Seguridad
pudieran investigar bien sobre ese asunto.
Como los resultados de estas investigaciones no fueron los que los
imperialistas esperaban, el Gobierno de los EE.UU. con sus aliados de
la Comunidad Europea y otros, han emprendido una apocalíptica campaña
contra Irán que tal parece copia fiel de la que hicieron sobre Iraq
antes de la genocida invasión a ese país.
En el panorama actual, podemos ver claramente, que lo que hasta
ahora para algunos puede ser un montaje de amedrentamiento solamente,
para desestabilizar la sociedad iraní, por las características de
quienes están al frente de la superpotencia, podrían convertirse en
realidad y desatar un verdadero holocausto nuclear en ese país.
Es necesario detener las fuerzas destructoras del imperialismo con
la fuerza incontenible de los pueblos que exigen la Paz y luchan por
un mundo mejor.
En cada forum, en cada tribuna, en cada lugar del planeta donde
haya un luchador por la Paz, donde haya un ser humano consciente y
responsable, hay que levantar las voces para exigir al Gobierno de los
Estados Unidos de Norteamérica que ponga fin al holocausto.
Los Movimientos por la Paz en todo el mundo, los obreros, los
intelectuales, los científicos, los hombres y mujeres de buena
voluntad tenemos que hacer un frente de lucha común a favor de la
vida, a favor de la Paz.
Lic. Orlando Fundora López
Presidente Consejo Mundial por la Paz