Mientras
Antonio Pacheco, mentor del equipo de Santiago de Cuba, retoma las
riendas de su conjunto, la fiebre beisbolera crece en vísperas que
los locales y la selección de Industriales inicien, en la ciudad
santiaguera, la final de la XLVI Serie Nacional de este deporte.
Pacheco se reincorporó este martes a sus tareas como director, ya
totalmente restablecido de un dolor abdominal combinado con
hipertensión arterial, que al filo de las seis de la tarde del
domingo obligó a que tuviera que ingresar en la Unidad de Cuidados
Intensivos del Cardiocentro santiaguero, donde permaneció unas 18
horas.
Agradezco al pueblo de Cuba por su preocupación y quiero que
sepan que seguiré dando lo mejor de mí en pro del béisbol expresó el
popular excamarero de los equipos nacionales, nacido en Palma
Soriano hace 43 años.
Trasmitió un saludo y el reconocimiento al equipo de Villa Clara,
"ellos también lucharon y se merecían el triunfo, ese es un conjunto
grande y muy difícil de derrotar", dijo.
Consideró además que este play off final será de altos quilates
para la afición que en Cuba y el exterior sigue al gran espectáculo
del béisbol.
Mientras atendía el entrenamiento de los peloteros santiagueros,
Pacheco conversó con la prensa y con su modestia habitual reflexionó
sobre las posibilidades de éxito de Santiago de Cuba.
Realmente los problemas de salud no me permitieron dar mis
consideraciones sobre la semifinal, donde lo más importante no fue
que ganáramos por dos nocaos consecutivos, porque en realidad eso
nadie lo esperaba, sino por el despertar ofensivo de la escuadra,
acotó.
Santiago de Cuba había dejado en cinco juegos más de 100 hombres
en bases, esa era una situación muy alarmante, de ahí la importancia
de que los muchachos batearan, lo hicieran con oportunidad y ganaran
en autoestima y confianza, algo que será crucial para enfrentar a
Industriales, enfatizó.
Significó algunas estadísticas que reflejan los progresos
ofensivos de su equipo, entre ellas la de conectar, en 15 entradas,
31 hits, que a su vez le permitieron anotar 34 carreras.
Como algo destacado consideró en esta producción, los 12
extrabases conectados, cinco dobles y siete jonrones.
A juicio de Pacheco el pitcheo es otro aspecto bastante
consolidado, pues en siete juegos solo tuvo que utilizar a 17
lanzadores, mientras que Villa Clara empleó 39.
Esto, indicó, nos da la medida de qué hacer en la gran final,
pero salvando la diferencia por que ahora nos enfrentamos al mejor
staff de pitcheo de la post temporada.
Se sabe que históricamente los enfrentamientos con Industriales
son muy parejos, reñidos, ambas novenas lo entregan todo y salen al
terreno a darlo todo por su afición, y esta no será la excepción,
consideró Pacheco, subtitular y titular nacional en la pasada y
antepasada Serie con las bien llamadas Avispas santiagueras.
Esa es la razón por la que creo que en esta oportunidad la lucha
será muy cerrada y se extenderá hasta el séptimo juego, vaticinó.
Mientras Pacheco da orientaciones y sus peloteros sudan en el
terreno del Estadio Guillermón Moncada, la fiebre beisbolera se
incrementa en la Ciudad Héroe, donde plazas y parques se tornan
escenarios de discusiones, análisis y pronósticos, a la vez que
muchos preparan carteles donde expresan sus criterios.
El resultado histórico de 61 victorias para los discípulos de Rey
Vicente Anglada frente a los 58 triunfos de los santiagueros, por
encima de pasiones y preferencias, mueve a los aficionados a valorar
que otra vez estarán frente a siete partidos que no serán aptos para
cardíacos.
Muchos ya están haciendo como Pacheco, quien aseguró que llevará
el tratamiento médico adecuado para controlar las alteraciones
eventuales de la hipertensión arterial, la cual padece hace cinco
años y su origen es emotivo.
Porque en realidad el béisbol en Cuba es más que deporte, cultura
e idiosincrasia, es pasión que mueve multitudes y espectáculo que
estremece el corazón.