.—Otra
semana de incertidumbre comienza hoy para la Casa Blanca, a la espera
de que el Congreso de los toques finales al proyecto de ley que asigna
los fondos para la ocupación de Iraq y Afganistán.
El documento permanece estancado en el Comité de Conferencia del
legislativo, responsable de cotejar dos textos aprobados en el Senado
y la Cámara de Representantes, los cuales condicionan el presupuesto
de guerra a la retirada de las tropas de suelo iraquí.
Este sábado, el presidente George W. Bush reiteró su negativa
obedecer las cláusulas sobre el repliegue, introducidas la mayoría
demócratas en ambas cámaras.
"Han pasado 61 días desde que envié al Congreso un proyecto de ley
para gastos de guerra de emergencia para proporcionar los fondos que
nuestras tropas necesitan con tanta urgencia", alegó Bush en su
habitual mensaje radiofónico a la ciudadanía.
El gobernante dijo que la bancada opositora prioriza su política
partidaria sin tomar en cuenta los intereses de los militares
dislocados en la nación del Golfo Pérsico.
"Tenemos divergencias en Washington, pero no podemos poner a
nuestros soldados en el medio", dijo el mandatario, tras solicitar que
los recursos monetarios para las tropas sean asignados sin condiciones
para el regreso de los uniformados a casa.
Según Bush, los demócratas utilizan la ley de financiamiento como
una vía para declarar públicamente sus posiciones respecto a la
ocupación de Iraq.
En días recientes, el Senado y la Cámara de Representantes
aprobaron sendos proyectos de ley de presupuestos de guerra, incluidos
capítulos que establecen plazos para la retirada de las tropas
norteamericanas en 2008.
El documento senatorial ordena el retorno en marzo de ese año, en
tanto el de la Cámara baja lo fija para septiembre. Ambos textos están
en manos del Comité de Conferencia, instancia bicameral encargada de
emitir la versión que será enviada a la oficina oval.
Bush amenazó con vetar la propuesta de ley si llega a sus manos con
un calendario de retirada anexo.
Los demócratas instaron este fin de semana al mandatario y a los
republicanos a poner fin a la ocupación de Iraq, a tono con el deseo
mayoritario de la población estadounidense.
"Es hora de que el Presidente muestre respeto por el pueblo
norteamericano, que (en las elecciones de noviembre último) votó
contundentemente para salir de Iraq", afirmó el máximo líder de la
organización opositora, Howard Dean.
En el mensaje partidista de los sábados, el político aseguró que
Bush se niega tercamente a analizar las iniciativas legislativas.
También es hora de que el gobernante y los republicanos en el
Congreso dejen de tratar de imponerse bruscamente, expresó Dean,
presidente del Comité Nacional Demócrata.