Entronizado como una de las actividades más importantes en la
atención a las personas discapacitadas en Cuba, el deporte realizó
su V Paralimpiada Nacional y aunque a simple vista se notó una
mejoría de alto vuelo, falta un buen trecho para lograr la dimensión
que necesita en el plano organizativo.
Con un nuevo formato en cuanto a sedes se refiere, el certamen
transcurrió en cuatro provincias —Sancti Spíritus, Matanzas, La
Habana y Ciudad de la Habana—, que asumieron los deportes convocados
(11) y a sus participantes (algo más de 600 atletas de todo el
país).
La idea fue acogida con éxito desde el primer momento, pues todo
el apoyo logístico para un evento de este tipo —por las
características especiales de los atletas participantes—, no
recaería en una sola provincia, y se les otorgaría a las direcciones
deportivas de esos territorios una participación más directa en
cuanto a organización, desarrollo y conclusión de sus competiciones.
Esta edición del 2007 resultó una buena puesta en escena, donde
se lograron subsanar muchos males anteriores, pero dejó sobre el
tapete algunos aspectos que pudieron pulirse mucho más.
Porque el tema pasa por las direcciones del INDER a todos los
niveles en la provincia, hasta los jefes de asociaciones y de
equipos, quienes deben velar por la vida interna del evento, sobre
todo en la primera instancia, pues es ella la máxima responsable y
de su entrega e interés dependerá que los eslabones de la cadena
permanezcan sólidos.
El deporte para discapacitados en Cuba se ha ganado atributos
para tener una personalidad propia y no puede seguir arrinconado en
algunas mentes "cerradas" como "algo más" con lo que hay que
cumplir. En la medida en que esas mentes se "abran", así será la
vitalidad que luzca.
Si en realidad queremos que las paralimpiadas sean el espectáculo
deportivo al que todos aspiramos, habrá que seguir arando en tierra
fértil, como se lo merece nuestro atleta discapacitado, ejemplo vivo
del triunfo del espíritu humano.
Preparadores presentes coincidieron en afirmar que los resultados
de la V versión han sido una muestra de la forma competitiva de
nuestras principales figuras de cara a los Juegos Mundiales para
Ciegos y Débiles Visuales (ANCI), los Panamericanos (ANSOC) y los
Parapanamericanos (ANCI-ACLIFIM), terna de justas que se disputarán
próximamente y en donde los antillanos pudieran rendir una faena
meritoria.
Se supo que la estelar Legna Verdecia, campeona olímpica, será la
entrenadora del elenco femenino de judo que se prevé asista a dos de
esas lides.
Santiago de Cuba revalidó su título de la edición anterior, con
43 medallas de oro, 18 de plata y 22 de bronce. Sus atletas de la
ANCI se agenciaron el atletismo y el judo, y los de la ANSOC,
repitieron en el deporte rey, la natación y el ajedrez.
Detrás de los monarcas se ubicaron Villa Clara (35-16-24) y
Granma (20-21-18). Por asociaciones: ANCI: 1.-VCL, 2.-SCU,
3.-HAB; ANSOC: 1.-SCU, 2.-GRA, 3.-VCL; y ACLIFIM: 1.-VCL,
2.-CMG, 3.-MTZ.