Paradigma del equilibrio hombre-entorno, la comunidad montañosa de
Las Terrazas, en Pinar del Río, reporta una esperanza de vida al nacer
de 78 años, superior a la media de Cuba.
Nuevos estilos de vida se conjugan a la atención médica garantizada
mediante dos modernos consultorios, salas de estomatología, móviles de
ambulancia e instituciones complementarias para velar por el buen
estado físico y mental de los más de mil vecinos del sitio.
Paralelamente, informes del centro de investigaciones del propio
enclave, ubicado en el centro de la Sierra del Rosario, revelan el
aumento de los nacimientos con cero mortalidad infantil, tasa de
impacto en la reducción de ese indicador a 5,2 cada mil nacidos vivos
el año anterior en la cordillera pinareña.
Todos los alumbramientos tienen lugar en el hospital Comandante
Pinares, del cercano municipio de San Cristóbal, inaugurado por el
presidente cubano Fidel Castro hace un cuarto de siglo para prestar
servicios al oriente territorial, en tanto el decursar de la
existencia en Las Terrazas, es objeto de celo hasta etapas avanzadas.
Con frecuencia quincenal los Jueves de la Comunidad —reunión ya
tradicional— abordan temáticas de salud como el embarazo en la
adolescencia, las enfermedades de transmisión sexual y males crónicas
no transmisibles, entre ellas la diabetes, y la hipercolesterolemia,
frecuentes estas últimas en la tercera edad.
El funcionamiento de un restaurante gourmet vegetariano, donde
además de apetitosos platos atraen las aguas bravas preparadas con
plantas de propiedades medicinales, es también símbolo de nuevas
maneras de vivir en esta zona de la sierra.
En el centro de la reserva de la biosfera Sierra del Rosario, esta
comunidad, que debe su nombre a la técnica del terraceo a favor de los
bosques, es hoy experiencia de desarrollo rural, basada en el turismo
por la belleza de sus montañas.