La existencia de 36 riñones artificiales en tres centros
asistenciales de Pinar del Río garantiza la atención a los 162
pinareños que aquejados de insuficiencia renal requieren de
hemodiálisis.
Anterior a la instalación hace unos tres años de la moderna
tecnología en los hospitales de Sandino y San Cristóbal, los pacientes
de los 14 municipios debían trasladarse hacia la capital del
territorio con las consiguientes molestias.
El programa encaminado a elevar la calidad de vida de los afectados
por la considerada epidemia del siglo XXI, dentro de las enfermedades
crónicas no transmisibles, contempló además la adquisición de plantas
de tratamiento de agua, imprescindibles para el funcionamiento
adecuado de los equipos.
Para el doctor Félix Lugo, jefe del servicio de nefrología del
hospital clínico quirúrgico docente Abel Santamaría, las actuales
condiciones permiten realizar hemodiálisis más eficaces al limitar
sobre todo las infecciones frecuentes originadas por esos procederes.
A pesar de lo costoso de la nueva tecnología, pues el precio de un
riñón artificial supera los 10 mil dólares y el de cada sesión
asciende a cerca de 200, tienen acceso a ella gratuitamente la
totalidad de los cubanos que la requieran, añadió.
Precisó que tan importante como el poder contar con esos recursos
es continuar en las consultas especializadas el pesquisaje destinado a
prevenir la ocurrencia de la insuficiencia renal crónica, provocada
por una atención inadecuada a determinado problemas de salud.
Entre las causas del mal destacan la diabetes, hipertensión
arterial y nefropatías obstructivas, mientras para prevenirlo es
recomendable mantener hábitos saludables de vida, como correcta
alimentación, práctica de ejercicios, alejarse de sustancias tóxicas y
beber diariamente no menos de tres litros de agua.