Ramon fue separado del cargo en agosto pasado, luego que una soldado lo acusara de besarla a la fuerza, se recordó.

El funcionario admitió la alegación, pero negó que hubiese sido una acción forzada, sin embargo el tribunal dictaminó que su testimonio era incongruente, en contraposición al de la víctima, que calificó de creíble.

Ese delito no está considerado como acto inmoral por la justicia israelí por lo que el ex ministro podrá seguir trabajando en el parlamento, según medios de prensa.

Altas personalidades políticas israelíes, incluido el ex presidente Moshe Katzav, acusado de violación y abusos sexuales, han protagonizado en los últimos meses varios escándalos de la misma índole.