— El Ejército de Estados Unidos recurrió a soldados de procedencia
árabe para cubrir las necesidades de traductores que presentan hoy las
fuerzas destacadas en el Medio Oriente.
Los militares tienen un mayor interés por lenguas poco conocidas y
aplicadas en la actualidad por las tropas norteamericanas, entre ellas
el árabe, el urdu y el persa.
El presidente George W. Bush autorizó en 2003 un programa de
capacitación de personal bilingüe para cubrir las exigencias de
comunicación entre los oficiales estadounidenses y sus aliados en la
región levantina.
Desde entonces, unos 330 soldados o aspirantes, de ellos 279 de
procedencia árabe, pasaron los cursos de inglés en Fort Sill,
Oklahoma, para luego recibir la instrucción militar básica en
distintas unidades militares a los largo del país.
Sin embargo, en estos momentos el plan de aprendizaje disminuyó en
dos semanas al fusionar el Pentágono ambas enseñanzas en su intento
por acelerar el envío de traductores hacia territorio iraquí.
Las clases cuentan hasta ahora con cuatro estudiantes, pese a que
el programa conlleva una serie de ventajas, como el otorgamiento de la
ciudadanía a los residentes legales permanentes.
Según el encargado del programa, Clayton Leishman, una cuarta parte
de los interesados necesitan mejorar su dominio del idioma por la
precariedad de su vocabulario, en su mayoría constituido por frases
callejeras.