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Las comisiones judiciales del Congreso estadounidenses confirmaron hoy
que desean interrogar a Karl Rove, principal asesor político de la
Casa Blanca, en relación con el escándalo por los fiscales despedidos.
Los comités legislativos de ambas cámaras, lideradas por los
demócratas desde enero pasado, buscan dilucidar del secretario del
presidente George W. Bush en la licencia de ocho magistrados de
distrito.
El senador demócrata Charles Schumer insistió en que autoridades de
alto nivel en el gobierno estuvieron involucradas en la decisión, de
diciembre pasado, de despedir a esos fiscales federales.
Las cesantías, al parecer arbitrarias, han generado una tormenta
política en Washington pues algunos de los jueces habían sido
criticados por congresistas republicanos o criticaron al mandatario.
Schumer exigió la renuncia del secretario de Justicia Alberto
Gonzáles, por lo que el parlamentario de Nueva York define como una
purga por venganza política.
Uno de los abogados despedidos, David Iglesias, de Nuevo México,
aseguró haber recibido llamadas coercitivas de dos legisladores
republicanos antes de las elecciones de medio término en noviembre
pasado.
El fiscal general del Estado, Gonzáles, aceptó este martes la
dimisión de Kyle Sampson, su principal asesor en el gabinete del
Departamento de Justicia, con el fin de apaciguar las repercusiones
del caso.
Los pormenores de este episodio salieron a la luz pública la pasada
semana tras la publicación de correos electrónicos de Sampson que
revelaron presiones de representantes republicanos sobre los
funcionarios cesanteados.
La Casa Blanca admitió que Rove había transmitido quejas de
funcionarios republicanos y de otras fuentes acerca de los fiscales.
La revista Newsweek informó que el jefe de personal del secretario
Gonzáles hizo una lista de los magistrados que debían ser sacados de
sus cargos.