QUITO, 13 de marzo.— Unos 20 diputados destituidos la semana pasada
por el Tribunal Electoral lograron ingresar el martes a la fuerza en
el Congreso tras forcejear con decenas de policías, mientras
partidarios del Gobierno en favor de una Asamblea Constituyente
gritaban consignas contra los legisladores fuera del recinto.
Más tarde, los amotinados abandonaron el hemiciclo, según AP.
El presidente Rafael Correa inició temprano una reunión privada con
el Consejo de Seguridad Nacional, lo que constaba días antes en su
agenda, según se informó.
Correa afirmó en Radio Visión que los diputados destituidos,
abusando de la miseria del pueblo, "contrataron gente en varias
provincias para sembrar el caos en esta capital a fin de defender sus
curules".
Los responsabilizó de cualquier acto de violencia durante las
marchas populares porque, dijo, quienes apoyan la Asamblea
Constituyente somos pacíficos, "cuidaremos el orden público, pero esta
gente (los diputados destituidos) quiere crear el caos, porque sabe
que ya está afuera".
Correa pidió a la ciudadanía y a la juventud que no caigan en esas
provocaciones.