El Consejo de Derechos Humanos corre el riesgo
de ser sumido en el descrédito
Intervención del compañero Felipe Pérez Roque, ministro de Relaciones
Exteriores, en el Segmento de Alto Nivel del Consejo de Derechos
Humanos
Excelencias:
Desearía, en primer lugar, y atendiendo a que Cuba es hoy el
Presidente del Movimiento de Países No Alineados, que agrupa a 118
países de los que 27 son miembros fundadores de este Consejo,
informarles a ustedes sobre los resultados de la XIV Cumbre del
Movimiento en las esferas de interés de este órgano, así como de las
ulteriores acciones emprendidas por el Movimiento en Ginebra, en los
meses transcurridos desde la cita de septiembre de 2006 en La Habana.
Nuestros Jefes de Estado o Gobierno rechazaron en La Habana la
selectividad y el doble rasero en la promoción y protección de los
derechos humanos, así como los intentos de usar los derechos humanos
como pretexto para alcanzar fines políticos. Del respeto a esta justa
reivindicación del Movimiento, dependerá la legitimidad y la
credibilidad del Consejo de Derechos Humanos.
El MNOAL DEFIENDE EL DERECHO AL DESARROLLO
En la XIV Cumbre, los Jefes de Estado o Gobierno fueron enfáticos
en subrayar la necesidad de que el Consejo propicie la equiparación
del derecho al desarrollo con todos los otros derechos humanos y
libertades fundamentales y promueva la realización del derecho al
desarrollo como una prioridad. Quiero informar hoy que a la superación
de los obstáculos planteados a su disfrute y a la integración del
derecho al desarrollo en todas las políticas y programas de las
Naciones Unidas, Cuba dedicará una parte sustancial de sus esfuerzos
como Presidente del Movimiento.
A la luz de las decisiones adoptadas en La Habana, en los últimos
meses el Movimiento ha demostrado su capacidad para elaborar y
promover posiciones comunes en varios de los temas centrales de la
construcción institucional del Consejo. Nuestras propuestas sobre la
Agenda de Trabajo, las Reglas de Procedimiento para la convocatoria de
sus sesiones extraordinarias y las modalidades para el funcionamiento
del Examen Periódico Universal así lo corroboran. Venimos trabajando
igualmente en la preparación de lineamientos que sirvan de fundamento
al establecimiento del órgano de expertos, en el procedimiento de
denuncias y en el programa de trabajo de las diferentes sesiones del
Consejo cada año.
En el periodo transcurrido, el Movimiento renovó también su
actividad en la Tercera Comisión de la Asamblea General. Los
tradicionales proyectos de resolución sobre el Derecho al Desarrollo,
el Fortalecimiento de la Cooperación Internacional en la Esfera de los
Derechos Humanos y Derechos Humanos y las Medidas Coercitivas
Unilaterales, fueron actualizados y aprobados con un amplio apoyo.
Quiero subrayar hoy, señores delegados, la voluntad y la decisión
del Movimiento de Países No Alineados de trabajar por el
establecimiento de un verdadero sistema internacional de protección de
los derechos humanos, cuyo único compromiso sea con la justicia, la
transparencia y la verdad.
A NOMBRE DE CUBA
Excelencias:
Hablaré ahora a nombre de Cuba, miembro fundador de este Consejo y
país comprometido, ahora y siempre, con la cooperación internacional y
el diálogo genuino en materia de derechos humanos, así como con la
legitimidad y la credibilidad del Consejo que estamos construyendo.
En junio del pasado año, en la reunión inaugural de este Consejo,
Cuba señaló que esa sesión podía marcar el inicio de una nueva etapa
en el empeño por crear un verdadero sistema de promoción y protección
de todos los derechos humanos para todos los habitantes del planeta, y
no solo para los ricos y privilegiados. Aclaramos entonces, que para
ello se necesitaba de un cambio radical en las concepciones y métodos
que lastraron a la desprestigiada Comisión de Derechos Humanos.
Dijimos en aquel momento que Cuba no se hacía ilusiones con la real
disposición de los países desarrollados, aliados de Estados Unidos, a
dar ese paso trascendente e histórico. Sin embargo, aseguramos que les
concederíamos el beneficio de la duda y, sobre todo, los
observaríamos.
¿En qué punto estamos hoy, a nueve meses de aquella advertencia?
El Consejo de Derechos Humanos corre el riesgo de ser sumido en el
descrédito de la politización y el doble rasero, incluso antes de que
se establezcan sus mecanismos y métodos de trabajo. Hemos venido
advirtiendo, y lo repetimos ahora, acerca de la intención de algunos
de dilatar la construcción institucional del Consejo más allá del 18
de junio de 2007 y resucitar la práctica de las resoluciones punitivas
contra países del Sur.
El plazo de un año que fuera concedido por la Asamblea General para
la construcción institucional de este Consejo es un límite que no debe
ser rebasado en ningún caso.
La real motivación de esta maniobra dilatoria, promovida por
algunos aliados de Estados Unidos, es trasladar la fase final del
proceso a una nueva membresía del Consejo y, sobre todo, a otra Mesa,
que perciben como más favorables a sus intereses.
SELECTIVIDAD, MANIPULACIÓN Y DOBLES RASEROS
Aquellos que apoyan con más fuerza este curso de acción son
precisamente los mismos interesados en trasladar a este Consejo la
selectividad, la manipulación política y los dobles raseros, o sea, en
convertir al nuevo órgano en un tribunal inquisidor contra los países
del Sur y asegurar impunidad a las atrocidades perpetradas, incluso
fuera de las fronteras de sus territorios, por potencias con
pretensiones imperiales. La receta que nos proponen está sustentada en
el mismo cinismo, la misma hipocresía y la misma complicidad culposa
que terminaron hundiendo en el descrédito a la hoy desaparecida
Comisión de Derechos Humanos.
Resulta que Estados Unidos, que ahora "ve los toros desde la
barrera", se ha convertido en el más cáustico crítico del Consejo.
Algunos cómplices le acompañan a coro. Pero no nos dejaremos engañar
por sus maniobras y patrañas. Critican no para mejorar el Consejo, lo
que sería legítimo y útil, sino para frustrar el proceso. No quieren
un Consejo creíble y con autoridad. Añoran la vieja Comisión. Cuba
reivindica nuestro derecho a construir el Consejo que hoy se necesita,
y reclama a los hipócritas que nos dejen trabajar.
Contar con un Consejo plenamente operativo y capaz de cumplir el
mandato que le fuera asignado en su segundo año de trabajo es una
necesidad imprescindible y una meta realizable. No es más tiempo lo
que se requiere. Lo que falta es voluntad política.
Excelencias:
Cuba espera que este Consejo se constituya finalmente en una
instancia de cooperación genuina y diálogo respetuoso, de utilidad en
la lucha por reivindicar la verdad y la justicia, en la defensa del
derecho a la soberanía, la libre determinación, la paz, el desarrollo,
la igualdad, la democracia real y participativa y el respeto y
disfrute verdadero de todos los derechos por todos los pueblos.
Mal empezaría este órgano si persisten las manipulaciones que
caracterizaron a la antigua Comisión. La continuidad de mandatos
contra países, impuestos por la fuerza y el chantaje, mantendría la
espiral de confrontación que terminó destruyendo la autoridad y la
credibilidad de la extinta Comisión de Derechos Humanos.
NO ES LEGÍTIMO EXTENDER MANDATOS ESPURIOS
No es legítimo ni ético imponer o extender mandatos espurios contra
países del Sur, mientras se baja la vista de modo cómplice
pretendiendo no ver las violaciones flagrantes, masivas y sistemáticas
de los derechos humanos que, con el pretexto de una supuesta lucha
contra el terrorismo, perpetran con impunidad el gobierno de Estados
Unidos y sus principales aliados. Ese es el lastre real del que
debemos liberar al nuevo Consejo.
Cuba defiende, sin embargo, el fortalecimiento del sistema de
relatores temáticos. Nunca antes fueron tan necesarios.
En un mundo en el que 852 millones de personas padecen hambre,
¿cómo prescindir de las labores del Relator sobre el Derecho a la
Alimentación?
Frente a la realidad de centros internacionales de tortura como el
establecido en la Base Naval de Estados Unidos en Guantánamo, y la
realización de vuelos secretos para el secuestro y traslado de
personas a través de Europa con el objetivo de ser torturados en
cárceles clandestinas, ¿cómo permitir que se descontinúe el mandato
del Relator sobre la Tortura?
En un mundo en el que los países más ricos y opulentos, al tiempo
que estimulan el "robo de cerebros", enfrentan a los emigrantes pobres
con persecuciones racistas y discriminatorias e, incluso, en Estados
Unidos se levanta un vergonzoso muro de contención en el que 500
personas son asesinadas cada año, ¿cómo podría siquiera pensarse en
descontinuar el mandato del Relator sobre los derechos humanos de los
migrantes?
En este mundo globalizado, en el que unas pocas transnacionales
monopolizan el control de los flujos de información, y en el que más
de mil periodistas fueron asesinados en el último decenio, ¿cómo
podríamos deshacernos entonces del mandato del Relator sobre la
libertad de opinión y expresión?
Frente a una realidad como la que viven cinco heroicos jóvenes
cubanos, injustamente encarcelados en los Estados Unidos por desafiar
la impunidad que disfrutan los grupos terroristas que actúan contra el
pueblo cubano desde Miami, situación que puede repetirse mañana con
ciudadanos de cualquier otro país, ¿sería justo acaso no contar con un
procedimiento especial sobre la detención arbitraria?
¿Cómo podríamos dar la espalda a las decenas de miles de familias
que siguen reclamando justicia y el derecho a la verdad sobre sus
familiares desaparecidos o ejecutados por las dictaduras militares
impuestas y sostenidas por Washington en América Latina? No es posible
entonces eliminar los mandatos sobre las desapariciones forzadas y las
ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias.
Mientras se siga privando al pueblo palestino de su derecho a
establecer su propio Estado y los ocupantes israelíes continúen
perpetrando los más graves vejámenes contra la población civil de los
territorios ocupados, este Consejo no podrá prescindir del
correspondiente tema en su agenda, ni de las labores del Relator que
brinda seguimiento a esta situación.
Cuba defenderá la continuidad e integridad de ese patrimonio
heredado de la Comisión de Derechos Humanos que está integrado por
mecanismos establecidos con apego a los principios de objetividad y no
selectividad. Con todos ellos seguiremos cooperando resueltamente.
Excelencias:
Cuba considera que estamos a tiempo de iniciar una nueva etapa en
la lucha por crear un verdadero sistema de promoción y protección de
todos los derechos humanos para todos.
Sin embargo, reitero hoy que si finalmente se nos impone el regreso
al pasado y en el Consejo prevalecieran la confrontación y la búsqueda
de hegemonías, Cuba será otra vez un combatiente en la trinchera de
las ideas. Sabremos representar a un pueblo que ha sido capaz de
resistir y vencer la agresión del Imperio por casi cinco décadas, que
ha resistido con dignidad y firmeza el recrudecimiento del bloqueo
genocida y que ya constituye hoy, lo digo con modestia, un símbolo de
la lucha de los pueblos por su verdadera emancipación.
Muchas gracias. |