Como en años anteriores, el pasado 29 de octubre del 2006 se restableció en nuestro país el horario normal, el cual se mantendrá vigente hasta el domingo 11 de marzo del 2007, cuando a las 12 de la noche del sábado para domingo deberán adelantarse una hora las manecillas de los relojes.

La aplicación del horario de verano constituye una medida de alta incidencia en el ahorro energético que permite hacer un uso más racional de la luz solar.

Con esta decisión se obtendrá no solo una reducción del consumo de electricidad para la iluminación, sino también que al desplazarse en una hora el momento en que comenzamos a encender las luces, dejará de coincidir en gran medida la demanda de electricidad para la cocción de la comida con la demanda de la iluminación, reduciendo significativamente la máxima demanda a la hora pico.

En especial, en este año donde como consecuencia del cambio climático se están presentando altas temperaturas y a causa de ello, un incremento del consumo de combustibles para la generación de electricidad, es importante reiterar que todo lo que hagamos para lograr un uso más racional de la energía redundará en beneficio de nosotros mismos y de la economía del país.