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El congreso estadounidense, dominado por los demócratas, desarrolla
hoy audiencias sobre el tema migratorio, que reconocen la necesidad de
legalizar en el país a unos 12 millones de indocumentados.
Durante la primera reunión de ese tipo celebrada la víspera,
representantes de los partidos demócrata y republicano coincidieron en
que una reforma integral migratoria permitiría aprovechar la mano de
obra extranjera en la economía norteamericana.
El peliagudo problema permanece hasta ahora sin solución debido a
que los republicanos bloquearon el pasado año en el Senado un proyecto
de resolución que pedía regularizar la situación de los ilegales.
Para el legislador demócrata Edward Kennedy, la nueva ley deberá
incluir un fuerte programa de empleos, que asegure la contratación
legal de trabajadores foráneos y al mismo tiempo proteja a los
empleados estadounidenses.
De esa forma —aseguró— se proveerá de mano de obra al quehacer
económico del país.
Kennedy, senador por Massachussets, también consideró que
"necesitamos una vía para reunificar las familias separadas por las
actuales normas", y un programa de legalización para los
indocumentados que laboran en Estados Unidos.
Por su parte, el secretario de Seguridad Interna, Michael Chertoff,
expresó que, según la visión gubernamental, la reforma debe sostenerse
sobre cinco puntos básicos.
Entre ellos se encuentran un efectivo control sobre las fronteras,
construir un fuerte plan interno para el cumplimiento de la legalidad
y establecer un Programa de Trabajadores Temporales.
También, sacar de la sombra a los ilegales en Estados Unidos y
promover la asimilación de los nuevos inmigrantes.
Grupos humanitarios consideran que el gobierno del presidente
George W. Bush, pese a que asegura estar comprometido con una reforma
migratoria, no ha presionado con suficiente fuerza a sus
correligionarios republicanos para aprobar esa ley.
El director ejecutivo del Foro Nacional de Inmigración, Frank
Sharry, sostuvo que el Ejecutivo y los líderes congresionales están
llamados a apoyar principios amplios y sustentar la retórica mediante
acciones a favor de los indocumentados.
Cuando el congreso se apresta en marzo próximo a debatir un
proyecto de ley para dar estatus legal a los indocumentados, el tema
ya calienta tribunas políticas y recobra importancia ante las
venideras elecciones presidenciales en 2008.
En las anteriores elecciones legislativas de medio término,
celebradas en noviembre último, los demócratas ganaron el control de
ambas cámaras legislativas y varias gobernaciones, debido, entre otros
factores, a la promoción de leyes favorables a inmigrantes.