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El gobierno boliviano emprende hoy un plan de reconstrucción nacional
coordinado con los gobernadores de los nueve departamentos afectados
por desastres asociados al fenómeno climatológico de El Niño.
De acuerdo con el presidente Evo Morales, el programa cuenta con
recursos ascendentes a 70 millones de dólares y prioriza a los
municipios más afectados por las inundaciones que azotan al país desde
diciembre pasado.
La víspera, en un encuentro con los gobernadores y alcaldes de las
regiones más dañadas, Morales explicó que un equipo técnico
determinará los territorios más dañados por el temporal.
"La información que recibimos viene de los centros de operaciones
de emergencia departamentales", agregó.
También señaló que los trabajos de reconstrucción se harán de
manera conjunta con los gobernadores y que el ejecutivo garantizará la
ayuda alimentaria y de medicamentos para los afectados por los
desastres.
El gobierno boliviano decretó ayer la situación de Desastre
Nacional, norma que autoriza al Ministerio de Hacienda distribuir los
recursos de hasta el uno por ciento del total de egresos autorizados
por el Presupuesto General de la Nación.
La medida también instruye a los ministerios de Planificación y de
Hacienda gestionar el financiamiento de recursos para la atención a
los damnificados a partir de fuentes externas e internas de
cooperación.
Ese decreto indica además a la cartera de Planificación presentar
en un mes un plan nacional de reconstrucción y rehabilitación, que
prioriza al departamento de Beni, el más golpeado por las
inundaciones.
Asimismo el ejecutivo consideró reprogramar por 20 años y otorgar
seis de gracia para la deuda de pequeños productores agropecuarios
afectados por la catástrofe natural.
Con esa medida serán beneficiados aquellos empresarios que
acudieron a entidades financieras intermediarias por créditos de hasta
10 mil dólares.
Las disposiciones legales fueron redactadas en las últimas horas
por el Consejo Nacional de Reducción de Riesgos y Atención de
Desastres y Emergencias (CONARADE) en coordinación con el Jefe de
Estado.
Morales anunció además que el Gobierno tiene reservas de alimentos
por cuatro o cinco meses para suministrar a las familias más
afectadas.
También el ejecutivo responderá a las personas cuyos hogares fueron
arrasados por el agua, agregó.
El mandatario agradeció a la comunidad internacional por la
colaboración prestada en la dotación de insumos, actividades de
rescate y en la evaluación de los daños.
Las pérdidas ocasionadas desde diciembre pasado por las
inundaciones en Bolivia alcanzan ya los 230 millones de dólares, según
datos publicados por la Cámara Nacional de Comercio (CNC).