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Dermofural, medicamento de amplias posibilidades
Texto y foto: José A.
Fulgueiras
SANTA
CLARA.— El Dermofural (Furvina), utilizado en el tratamiento de
enfermedades causadas por hongos en pies y uñas, recibirá este sábado el
primer registro sanitario en la esfera humana que logra el Centro de Bioactivos Químicos (CBQ) de la Universidad Central Marta Abréu, de
Las Villas.
El colectivo de investigadores dedica este logro científico al
Comandante en Jefe Fidel Castro, creador del centro el 4 de diciembre
de 1990, con la finalidad de desarrollar, a ciclo completo, nuevos
ingredientes farmacéuticos activos, utilizados en la medicina humana,
veterinaria y en la agricultura.
Los trabajadores del conocido CBQ han desplegado una meritoria
labor investigativa en los últimos años, en la cual sobresale la
creación del conocido G-1, de potente acción combinada de amplio
espectro frente a bacterias y hongos sensibles y multirresistentes.
Anteriormente, la unidad investigativa había logrado dos registros
nacionales en las esferas veterinaria y agrícola sobre la base del
G-1.
De conjunto con la empresa LABIOFAM, en 1993 registró el Furvinol,
medicamento oftálmico para el tratamiento de enfermedades bacterianas
y fungosas en nueve especies de animales.
En 1999 fue registrado igualmente el Vitrofural, aditivo para
medios de cultivo que sustituye el proceso de autoclaveo en la
producción de vitroplantas, generalizado en todas las biofábricas del
país y en el proceso de exportación.
EL DERMOFURAL
Este ungüento de amplias posibilidades, cuya concentración es al
0,15%, fue desplegado de conjunto con el Centro de Desarrollo de
Medicamentos (CIDEM) y la colaboración del Centro de Ingeniería
Genética y Biotecnología.
Su registro sanitario se logra luego de ensayos clínicos en Cuba
para el tratamiento de enfermedades fungosas de la piel y uñas.
Otras formulaciones del producto se preparan para el tratamiento de
importantes afecciones, en las que el arsenal terapéutico es escaso o
inexistente. Se abren también las puertas a nuevos medicamentos con
ingredientes de la familia G-1.
El doctor Nilo Castañedo, director del Centro, expresó a Granma
que a finales de febrero, en el hospital Arnaldo Milián Castro, de
Santa Clara, se iniciarán los ensayos clínicos en pacientes quemados
con infecciones bacterianas sobreañadidas.
Se aprobó también un ensayo clínico para el tratamiento de la
enfermedad parasitaria denominada leishmaniosis cutánea, no existente
en Cuba, pero sí en 88 países del Tercer Mundo, donde unos 12 millones
de personas la padecen.
Explicó que los medicamentos actuales para el tratamiento de esa
enfermedad son tóxicos, caros y no solucionan totalmente la enfermedad
parasitaria ni las afecciones oportunistas que en más del 90% de los
casos las acompañan.
Al concluir estos ensayos clínicos, nuestro país podrá disponer de
sustancias de primera línea, inexistentes a nivel mundial, que sirvan
para mejorar la salud de la población cubana y de otros países del
Tercer Mundo y constituyan, además, renglón exportable. |