WASHINGTON, 9 de febrero.— Una investigación del Ejército
estadounidense, en la que no se entrevistó a las víctimas, concluyó en
la "supuesta" carencia de pruebas que justifiquen una acusación de
abusos contra prisioneros en la base de Guantánamo, informó el Comando
Sur.
La denuncia de maltratos físicos y psicológicos contra presos en el
enclave que ocupa ilegalmente Estados Unidos en el sudeste de Cuba,
fue presentada el año anterior en una declaración jurada por la
sargento de la infantería de marina, Heather Cerveny, reporta PL.
Sin embargo, el coronel Richard Bassett, quien investigó el caso,
planteó que no existen suficientes pruebas para sustentar las
declaraciones de Cerveny.
La militar denunció que en conversaciones con militares de la base
pudo conocer de abusos físicos y psicológicos contra los detenidos.
Cerveny había visitado el enclave como ayudante legal del Inspector
General de de la secretaría de Defensa.
El Comando Sur alegó que en sus pesquisas, que incluyeron
entrevistas con sospechosos y personal médico del lugar, no obtuvo
ninguna evidencia incriminatoria.