Cuba es ejemplo de desarrollo científico-técnico y de la
posibilidad de vencer las trampas de la globalización en este campo,
se afirmó hoy en el IX encuentro Internacional de Economistas sobre
Globalización y Problemas del Desarrollo.
Esa fue una de las conclusiones del experto Rubén Utria, de la
Academia Colombiana de Ciencias Económicas, en su ponencia
Globalización y Desarrollo Científico y Tecnológico: el drama de los
países subdesarrollados, discutida en una de las comisiones del
evento, que reúne a más de mil 500 delegados de 55 países.
El ponente aseguró que de acuerdo a los parámetros de las Naciones
Unidas la Isla antillana se encuentra en pleno avance
científico-técnico, en un camino propio, que abarca desde los niños
hasta los trabajadores y las empresas, lo cual es una excepción en
América Latina y el Caribe.
La actual globalización neoliberal contiene la trampa de la
imposición de la supremacía tecnológica en la competitividad de las
naciones del Primer Mundo que aplica un supuesto libre comercio, el
cual no es libre ni equitativo, aseguró.
Apuntó que solo las grandes potencias y sus transnacionales
disponen del conocimiento científico y tecnológico y pueden innovar en
una carrera que ensancha cada vez más la brecha con los países
subdesarrollos, un fenómeno agravado ahora como nunca por el candado
de las patentes a los adelantos del saber.
Tras llamar a los gobiernos latinoamericanos y caribeños a ganar
conciencia de esta desfavorable realidad, alertó que el desarrollo
científico-técnico no se genera espontáneamente, ni se puede
improvisar, importar, trasplantarse, ni fundarse por decreto.
Manifestó que es previsible que las potencias
científico-tecnológicas continuarán avanzando geométricamente en esta
esfera, mientras que las naciones periféricas (el llamado Tercer
Mundo) no tendrán otra opción (como lo hizo Cuba) de iniciar cuanto
antes el largo proceso de desarrollo en estas ramas del conocimiento.
En el panel también se examinaron otras ponencias relacionadas con
aspectos de la sociedad del saber, la cibercultura y la globalización,
la Internet y la biotecnología