Más de 35 mil cubanos radicados en zonas rurales, montañosas o
premontañosas, se benefician del funcionamiento de mini
hidroeléctricas, variante de impacto dentro de la Revolución
Energética, con éxitos en Pinar del Río.
Durante el año anterior esas entidades, a escala nacional,
produjeron 38 megawatts, en tanto sobresalió el quehacer del
territorio pinareño, Santiago de Cuba, Guantánamo y Villa Clara,
apuntaron directivos del sector.
De las 180 existentes, por encima de una decena pertenecen a la más
occidental de las provincias cubanas y entre estas figura la primera
declarada de Excelencia en el país, categoría que exige el
cumplimiento de 36 requisitos relativos a la técnica, el mantenimiento
de la conductora y el cuidado de las áreas perimetrales.
Se trata de la minihidroeléctrica del asentamiento serrano de Las
Catalinas, municipio de Los Palacios, la cual abastece el centro
comercial, la escuela primaria, el consultorio médico, la unidad
silvícola y 34 viviendas, objetos socioeconómicos igualmente
priorizados por sus homólogas.
Esos centros quedan activos a determinadas horas del día y, a
partir de la presión del agua de los embalses reportan una energía
segura, renovable y no contaminante, afirman los especialistas.
Si bien más del 86 por ciento de las sierras se benefician del
sistema electroenergético nacional, las mini hidroeléctricas y los
sistemas de paneles solare han sido cardinales para mejorar la calidad
de vida de esas áreas, fundamentalmente en lo relativo a la educación,
al permitir el equipamiento tecnológico de las más de dos mil 200
escuelas de esas regiones.
Unido a estas iniciativas, el país se empeña en el mayor
aprovechamiento de la biomasas cañera como fuente de electricidad,
pues toda modalidad es válida en un mundo, donde más de dos millones
de personas de naciones subdesarrolladas tienen a la leña como única
fuente energética.