Con un 108 por ciento de producción los apicultores del extremo
oriental cubano sobrecumplieron el plan de obtención de miel de enero,
rubro del cual se acopió en 2006 el mayor lote de los últimos 16 años.
El resultado de esta primera etapa de 2007 se traduce en cerca de
medio centenar de toneladas y vislumbra un mantenimiento de lo
alcanzado el pasado año, cuando se lograron 358 toneladas.
La abnegación de los trabajadores de ese sector agrícola en el
territorio es responsable del sostenido crecimiento que constituye
punto de partida para nuevas metas en la entrega del nutritivo y
medicinal renglón.
Entre los municipios mayores productores del período sobresalen San
Antonio del Sur e Imías, ubicados en la franja costera sur de
Guantánamo, y el montañoso territorio de El Salvador, aportador por
excelencia del rubro en la provincia.
Del total de la producción de ese surtido sobresale por la
exquisitez en la elaboración de la miel ecológica, promisoria fuente
de divisas para el país.
Junto al territorio de Granma, la más oriental de las provincias
cubanas es, pionera en la obtención de la también denominada miel
orgánica, práctica que excluye la utilización de productos químicos y
exige una rigurosa disciplina tecnológica en su elaboración.
El cumplimiento de estos requisitos se premia con altos precios en
el mercado internacional.
La producción de miel mediante estos procedimientos naturales
cumple en Cuba lo reglamentado por los parámetros internacionales, los
cuales exigen además cuidado en la extracción y almacenamiento del
derivado, así como la ubicación de los apiarios en sitios donde las
fuentes de néctar procedan de cultivos sin fertilizantes.
Canadá, Estados Unidos, la Unión Europea y Japón conforman los
mayores consumidores del surtido.