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Añoranza por la reina
En 1997 los especialistas aseguraron que estaba cercana la
recuperación. Una década después comienza a dar los primeros pasos
Ortelio
González Martínez y Mileydis Hernández (Fotos)
Las vallas ya no anuncian que usted ha
llegado a Ciego de Ávila, la tierra de la piña, aquí se encogen de
hombros y abren los ojos cuando alguien les pregunta por ella. Para la
mayoría de quienes acuden a los Mercados Agropecuarios del territorio
es como si fuera la fruta prohibida, causante del pecado de Adán y
Eva.
De
la siembra depende que en el futuro aumente la oferta de piña.
Los cálculos fallaron. Ante mis ojos, una tabla con la producción y
el rendimiento de los últimos 15 años ilustra la metamorfosis
experimentada por el cultivo, a decir de los entendidos, uno de los
más exigentes entre todos los frutales de la campiña cubana.
La producción ha bajado 30 veces. De las 30 231,8 toneladas
cosechadas en 1991, disminuyó a 936 en el 2005, el signo más visible
de un falso optimismo que sustentó aquellos cálculos de inicio de los
años noventa.
Junto con el declive se vinieron abajo el rendimiento y las áreas
de cosecha, casi se paralizó la preparación de tierra y la siembra, y
a la piña no pudo aplicársele una buena parte de las atenciones
culturales que demandaba.
Su realidad es compleja. Los problemas acumulados la colocaron en
la cuerda floja. ¿Desaparecerá de los suelos rojos de la llanura del
centro-sur avileño? La interrogante tiene muchas aristas y es
preocupación de no pocas personas.
DEL TRONO AL SÓTANO
Con una visión bastante autocrítica del asunto, Quintín Domínguez
Martín, director de la empresa de la Piña, enumera algunas de las
causas fundamentales del decrecimiento, entre las que destaca la falta
de nutrientes y productos químicos, los cambios climatológicos y la
ausencia de precipitaciones en el volumen requerido. Tampoco descarta
cierto relajamiento en la organización de la fuerza laboral.
"Ello provocó que el ciclo de plantación se alargara y el número de
hijos decreciera hasta un índice por debajo de uno, lo cual no permite
el crecimiento en las áreas. El descenso del peso medio del fruto y la
disminución del rendimiento fue el resultado final de los percances",
explica Quintín.
"Con vistas a contrarrestarlos, a partir de 1999 comenzamos a
introducir el riego en algunas áreas, y la variedad Cayena Lisa, de
mayor productividad que la Española Roja."
Quintín da un vistazo a la pantalla de la computadora y habla de
"estrategias, posibilidades" y suposiciones, agregaría yo. "La
recuperación, será costosa, aunque no imposible. La siembra de una
hectárea, por ejemplo, cuesta 2 993 CUC hasta la primera cosecha. Para
obtener la segunda debemos emplear otros 1 800, fundamentalmente en
fertilizantes, pesticidas y herbicidas, de los cuales ya disponemos
del 70% de estos recursos, algo que no sucedía desde hacía rato". Y
continúa con cuentas que hacen temblar las arcas de la empresa: "Una
tonelada del herbicida Fusilade, por ejemplo, ronda los 21 000 dólares
en el mercado internacional".
Con el ojo entrenado durante 34 años de labor en la empresa,
William Almaguer Escobar veía venir el descenso de la producción: "Es
un cultivo muy exigente y si no se le pone lo que lleva, no da
quintales y, mucho menos, toneladas. Pese a los contratiempos,
moralmente estamos comprometidos con el incremento de la producción.
Hoy, una luz alumbra el camino".
MICROPROPAGACIÓN ¿ACELERADA?
La vía más rápida para el desarrollo de la piña está en los
laboratorios, mediante la micropropagación acelerada para la obtención
de posturas, a juicio de los entendidos, la principal zancadilla que
jamás pudo sortear el crecimiento de la producción.
No
todas las piñas están pálidas y pequeñas,
refuta Quintín Domínguez.
Según el doctor Ramón Santos Bermúdez, director del centro de
bioplantas de Ciego de Ávila, los investigadores en ese campo se
sienten comprometidos con el desarrollo de la piña y están en
condiciones de producir la cantidad de posturas necesarias para
fomentar los bancos de semillas.
La muestra más palpable es que para febrero próximo deben entregar
las primeras vitroplantas de MD2, un tipo de Cayena Lisa de mayor
potencial productivo y más resistente a las plagas y enfermedades.
Los optimistas ven con buenos ojos el hecho de que la empresa
garantice gran parte de la agrotecnia para la atención a las
plantaciones, a lo que se suma la integralidad que va logrando con un
mejor trabajo en todas las etapas del cultivo.
De acuerdo con las necesidades del rescate de la reina de las
frutas, también comenzó la siembra en otras entidades estatales (La
Cuba, por ejemplo), y en Cooperativas de Producción Agropecuarias y de
Crédito y Servicios, a lo que se suma la esmerada atención a las 473
hectáreas (35,22 caballerías) de piña y a las áreas en fomento.
Tenue aún, el despegue comenzó, en tanto hoy los hombres y mujeres
de la empresa cosecharon hasta diciembre 1 212 toneladas, cifra
superior a la del año anterior. Para el actual se proponen cerrar con
1 600 toneladas.
Todo depende de cómo se le mire. Hasta ahora, la recuperación ha
sido una suerte de pesado fardo, inmerso en algo más que atenciones
culturales y la exigencia que demanda esta planta, no por gusto
llamada la reina de las frutas.
Los pronósticos estadísticos son halagüeños, solo que para cumplir
con las cifras y dar el vuelco se necesita de una estrategia bien
pensada, para no volver a conectar los "fly de sacrificio"de los
últimos tiempos, ni naufragar en cálculos sobre papeles, porque no
pocos sentimos añoranza por la reina.
El país necesita de las frutas con producciones de calidad y
rentables. Es la única manera en que podremos ganar la batalla a la
mentalidad importadora. |