Cada
vez parece ser más interesante la carrera deportiva del luchador
pinareño Mijaín López, de 24 años de edad, perteneciente a la
división supercompleta de la grecorromana (los 120 kg).
Así lo indican la corona en el mundial de Budapest’05 (lo
catapultó a ser uno de los dos atletas del año en Cuba); la de plata
en el de Guangzhou¢ 06, en que se
enfrentó por segunda vez con Khassan Baroev, quien lo doblegó en una
final muy esperada. La otra, como se conoce, fue en los Juegos
Olímpicos de Atenas¢ 04, en los cuales el
ruso se adueñó de la medalla de oro¼
—Estabas seguro de que en el último Mundial ibas a poder ganarle
a Baroev. "Lo voy a pelar bajito", me dijiste. No pudo ser. ¿Por
qué?
Bueno ahí¼ yo tuve dificultades. El
psicólogo habló conmigo horas antes, me dijo que la confianza era lo
único que podía derrotarme. Y yo le dije que sí, pero que si el
atleta no tenía confianza en uno quién la iba a tener.
Lo que pasa es que el colchón es el que habla. Él compitió mejor
que yo, tuvo mejor año¼ En el 2006 no
tuve muchos eventos, incluso mi división no participó en los Juegos
Centroamericanos y del Caribe de Cartagena.
—Te ganó con una facilidad inesperada.
Lo que ocurrió, como ya dije, fue exceso de confianza en mí. Le
entré un poco dormido en el primer tiempo, y cuando vine a dar en mí
ya estaba 6-0, y en el se-gundo me pudo agarrar por el lado con el
que tengo dificultades.
—Hoy parece ser el único capaz de vencerte. ¿Estás de acuerdo?
Sí, cómo no, estoy de acuerdo.
—¿Te encuentras en condiciones de ganarle en el Mundial de este
año, o hay que esperar un poco más para ello?
Mi meta ahora es prepararme nada más para él, y derrotarlo este
año en el Mundial.
—¿Qué piensas para los Juegos Olímpicos de Beijing’08?
Quiero ir por la meta máxima, ese es el título que me falta.
—¿Otros planes para el 2007?
Bueno, ir a los Juegos Panamericanos, en Río de Janeiro, y
obtener la medalla de oro.
—¿Cómo empezaste en la lucha?
De chiquito, en una escuela, de ahí me captaron para la EIDE, y
de ahí continué paso a paso.
—¿Tu hermano Michel, miembro de la preselección nacional de
boxeo, se encontraba ya sobre los cuadriláteros?
Sí, ya lo estaba, él comenzó en el remo, después pasó a la lucha,
y de ella al boxeo.
—¿Y por qué no entraste tu también en el boxeo?
No, no me gusta; además, estaríamos hoy fajados en el mismo peso.