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El presidente estadounidense, George W. Bush, ordenó a sus tropas
desplegadas en Iraq matar a supuestos iraníes que combatan a las
fuerzas ocupantes como parte de la insurgencia, informa hoy el diario
The Washington Post.
Fuentes gubernamentales citadas por el rotativo alegaron que la
intención del mandatario es debilitar lo que la Casa Blanca denomina
influencia de Teherán en la región, particularmente en territorio
iraquí.
La directiva, aprobada en el último otoño, sustituye la llamada
táctica de "capturar y liberar" por la de "matar o capturar".
Según el Post, hasta esa temporada, cuando las tropas ocupantes
aprehendían a ciudadanos iraníes en suelo iraquí les interrogaban,
tomaban las huellas dactilares, muestras de ADN e imágenes de retina
y, si no existían inconvenientes, en pocos días eran liberados.
De acuerdo con las fuentes del diario, ese "suave" tratamiento
estaba dirigido a evitar más roces con Irán, país al que Estados
Unidos presiona para que suprima su programa nuclear, pese a que las
autoridades de Teherán aseguran que tiene objetivos civiles.
La noticia sobre la cruzada antiiraní sale a la luz pocos días
después de que Bush anunciara el envío adicional de 21 mil 500
soldados a Iraq, pieza clave de su llamada nueva estrategia para el
país árabe.
Además, los funcionarios señalaron al Post que Washington prevé
impulsar en Naciones Unidas nuevas sanciones contra Irán, tras el
alegato de que la república islámica concede refugio a miembros de la
organización Al Qaeda procedentes de Afganistán.
El gobierno iraní prohibió el lunes último el acceso a sus
instalaciones nucleares a 38 inspectores del Organismo Internacional
de Energía Atómica (OIEA), como primera respuesta a una resolución
adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU semanas atrás.
La decisión fue anunciada por una comisión especial parlamentaria,
creada justo después que la cúpula de Naciones Unidas aprobara un
texto que decreta la prohibición de la venta a Teherán de equipos y
medios para sus centrales electronucleares.