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Mientras el presidente estadounidense, George W. Bush, insiste en
defender a ultranza ante el opuesto Congreso el envío de más
militares, otro soldado de ese país murió tras un combate en la
convulsa provincia de Al Anbar.
Un parte del mando castrense informó que pereció un marine asignado
al sexto regimiento, como consecuencia de las heridas sufridas en un
combate durante una operación en la mencionada región, donde han caído
la mayoría de los ocupantes.
Pese a los esfuerzos del ejército de Estados Unidos de controlar
esa zona que incluye Ramadi, su capital, y Faluya, con tácticas de
tierra arrasada, los intentos resultan hasta ahora infructuosos.
Con la muerte de hoy ascienden a 66 los efectivos de Washington
abatidos en enero, ritmo sostenido desde el verano pasado cuando las
acciones de los rebeldes se incrementaron contra las tropas
extranjeras.
Los otros 21 mil 500 soldados que enviará Bush reforzarán a los 150
mil ahora que están destinados a cubrir Bagdad (17 mil 500) y Al Anbar
(14 mil), dos frentes donde la resistencia controla áreas
estratégicas.
Desde la invasión y posterior ocupación norteamericana en marzo de
2003 hasta la fecha cayeron tres mil 67 soldados y oficiales, y más de
22 mil 700 fueron heridos.
Dado el hermetismo del gobierno y el Pentágono no se mencionan los
efectivos desaparecidos, ni a las fuerzas mercenarias (contratistas)
caídas en choques armados, ni los heridos de gravedad que fallecen
luego en los hospitales.
De manera sorpresiva llegó a esta capital la presidenta de la
Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, quien
conversó con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, sobre los
últimos acontecimientos en Iraq, según un comunicado del gobierno.
Los primeros trascendidos revelaron que el jefe del Ejecutivo
aseguró a la alta funcionaria que su Gabinete asumirá las misiones de
seguridad, mientras Pelosi expresó su apoyo a que sus connacionales
transfieran el mando a los iraquíes.
La víspera Maliki declaró ante el Parlamento que el plan de
seguridad, que será puesto en práctica en febrero próximo, estará
encabezado por el ejército y la policía nacionales, y los ocupantes
sólo apoyarán.
En Bagdad, una bomba estalló este viernes y perdieron la vida al
menos 15 personas y otras 35 sufrieron heridas, informó la policía.
El incidente tuvo lugar en el concurrido y céntrico mercado de
mascotas Ghazil, que el pasado diciembre fue objeto de otro atentado
explosivo que causó la muerte a tres iraquíes.
La fuente precisó que el atacante podría haber colocado la bomba
dentro de una caja para transportar animales y luego la abandonó en
algún lugar.
Por otro parte, en la ciudad de Mosul, norte, un suicida hizo
reventar la carga de dinamita adosada a su cuerpo en una mezquita y
mató a siete fieles e hirió a otros 17, según fuentes de seguridad.
En el barrio bagdadí de Al Adel cuatro personas perecieron, dos
niños entre ellos, cuando más de una treintena de obuses de mortero
impactaron dos mezquitas, dijo la agencia Nina.
Como ya es habitual, fueron encontrados 40 cuerpos torturados y
maniatados en diferentes zonas capitalinas, algunos de ellos con un
disparo en la nuca, con edades comprendidas entre los 18 y 50 años,
comunicó la policía.