.— El
gobierno boliviano acusó hoy al prefecto (gobernador) de Cochabamba,
Manfred Reyes, de ser el responsable del conflicto suscitado en este
departamento, que ha dejado dos muertos y más de 200 heridos.
En declaraciones al canal 7 (estatal) de la televisión boliviana,
el vocero presidencial, Alex Contreras, enumeró les tres errores
críticos que el ejecutivo considera cometió Reyes, causantes del
agravamiento de la crisis.
El primero está referido a la intención del prefecto de convocar un
nuevo referéndum autonómico, desconociendo la mayoritaria negativa de
los cochabambinos en una consulta anterior, indicó el portavoz.
El otro error político de Reyes -agregó- fue manifestar
públicamente su adhesión a la independencia de los departamentos de
Santa Cruz, Beni, Tarija y Pando.
Según Contreras la tercera gran pifia de la autoridad fue escapar
del estado cuando más se necesitaba su presencia, a raíz de los
violentos enfrentamientos de la semana pasada, presuntamente incitados
por grupos afines a la prefectura.
Sabemos que huyó camuflado de policía en un auto del cuerpo armado,
como escapan los delincuentes, fustigó el vocero.
Subrayó que los errores enumerados fueron los causantes del
agravamiento de la crisis y de los hechos de violencia registrados en
días atrás.
Lamentamos la violencia venga de donde venga, por lo que el
gobierno -recordó- trató de mediar desde el principio entre los
sectores movilizados y el prefecto, pero se encontró con una autoridad
que prefirió salir corriendo.
En este sentido, Contreras comunicó que el presidente Evo Morales
se entrevistó la víspera con los representantes de los movimientos
sociales que reclaman la renuncia del prefecto, y que en un cabildo
popular el pasado martes decidieron crear una autoridad paralela.
De acuerdo con el portavoz, se determinó una tregua y un estado de
emergencia en las organizaciones populares que han comenzado a
regresar a sus comunidades, para ver si se produce una variación en la
conducta de la autoridad.
El pueblo espera que todas esas actitudes de nepotismo,
divisionismo, soberbia y corrupción se acaben, precisó.
Mientras tanto -dijo- los sectores sociales han decidido que ni el
prefecto y ni las autoridades de la gobernatura cochabambina tienen
acceso a las provincias y comunidades.
Esta es una decisión legítima que han tomado las autoridades
sociales del departamento en contra de esta gestión, y entendemos que
para resolver esta situación Reyes tendrá que dialogar con los
movilizados, manifestó.
Por último, Contreras reiteró que el gobierno no tuvo nada que ver
en el conflicto, desatado por una mayoría de cochabambinos opuestos a
excesos de autoridad.
Después de más de dos semanas de paros y convulsos enfrentamientos,
esta ciudad comienza a vivir en calma, a partir de un repliegue de los
movimientos sociales, que sin embargo no desisten en su intención de
destituir al prefecto.