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Una sucesión de explosiones de carros dinamiteros reforzó hoy el
criterio de que las acciones armadas contra la ocupación extranjera
convirtieron a Bagdad en uno de los lugares más peligrosos del mundo.
Un coche bomba fue lanzado contra una patrulla policial en el
centro de esta urbe, con lo cual los atacantes causaron cuatro muertos
y 11 heridos, informó una fuente oficial.
Por tercer día consecutivo, esta ciudad asumió el rol de teatro de
operaciones de la guerra de resistencia, cuyo fin -en opinión de
analistas- sólo será posible tras la retirada de las fuerzas foráneas,
como exige la población local.
El ciudadano simple observa con reticencia el proyecto preparado
por el presidente norteamericano para el supuesto control de Bagdad y
opina que un incremento de tropas complicará más la situación.
Este jueves, tres coches cargados de explosivos estallaron casi
simultáneamente cerca de un mercado en el barrio de Doura, suroeste de
Bagdad, informaron las fuerzas de seguridad. Los primeros balances de
las acciones reportaron 17 muertos y 48 lesionados.
Además de los coches bombas, agentes de las fuerzas de seguridad
informaron que un obús de mortero cayó en el centro de Bagdad, aunque
no se notificaron pérdidas.
Desde el pasado lunes, por lo menos 150 personas perecieron en esta
capital, donde se intensificaron las operaciones contra los ocupantes.
El mandatario estadounidense pretende reforzar sus tropas allí con
otros 17 mil soldados.
Una quinta explosión de coche bomba ocurrió en el sector este de la
capital y causó tres muertos.
Otra acción contra las fuerzas gubernamentales en la parte oriental
de la capital fue un ataque con armas automáticas a una patrulla cerca
del estadio de Al Shaab, que causó un policía muerto y otro herido.
Según un informe de las Naciones Unidas, más de 34 mil personas
perecieron el pasado año en Iraq, cerca de la mitad en esta capital,
recordaron medios de prensa.