El rescate de más de ocho mil toneladas de desperdicios durante el
año anterior en la ciudad cubana de Ciego de Ávila permitió que varias
industrias del país dispusieran de materia prima para nuevas
producciones.
Los trabajadores de la Empresa de Residuos Sólidos Urbanos, del
Ministerio de la Industria Sideromecánica, recuperaron, seleccionaron
y comercializaron casi una treintena de desechos que constituyeron,
además, ahorro de divisas a la nación.
Román López Cañete, director de la entidad, señaló que el aporte
del colectivo fue determinante en el desarrollo productivo de las
papeleras, las plantas de tejas infinitas, los laboratorios de la
salud y las fábricas de bebidas y licores.
También se beneficiaron unidades industriales con el
aprovechamiento de chatarra de acero, hierro fundido, metales no
ferrosos, recortes textiles, plásticos, y neumáticos para su recape.
Esta entidad sobresale igualmente en el programa de cambio de
refrigeradores domésticos con el desmantelamiento de los equipos y el
rescate de sus motocompresores.
Ellos también recuperan componentes reciclables de los televisores
y de los acondicionadores de aire, como aluminio, bronce, cobre,
plomo, plásticos y acero para plantas de laminados y la siderurgia
José Martí, del Cotorro, en la capital cubana.
Además de la de Ciego de Ávila, Cuba dispone de otras dos empresas
similares en Holguín y Guantánamo, encargadas del acopio y
procesamiento de sólidos urbanos con destino a diversas producciones