La reciente erupción del volcán
Soufriere Hills, en Montserrat, derivó en extender la zona de
exclusión, al incorporar áreas catalogadas hoy de inseguras.
Deborah Barnes Jones, gobernadora de esta isla del Caribe Oriental,
aconsejó además la evacuación obligatoria de las familias que habitan
en el territorio afectado, a pesar de que los daños no fueron tan
severos.
Para impedir el incumplimiento de esas normativas, Barnes afirmó
que miembros de la policía garantizarán la evacuación. Quienes se
resistan podrían ser sancionados a prisión o con multas.
Los efectivos han creado barreras para limitar el acceso al Valle
Belham debido al alcance de los flujos piroclásticos emanados por el
volcán el pasado 8 de enero.
Según expertos, la población debe mantenerse alerta aunque las
señales sísmicas permanecen ahora en niveles bajos.
Mientras, las actividades comerciales y las clases se mantienen, al
igual que la rutina diaria en la parte norte de la isla y en el
aeropuerto, donde no hubo afectaciones.
Una severa explosión del Soufriere Hills en 1995 arrasó con gran
parte de este Estado caribeño y provocó el éxodo de la mitad de la
población