"Yo
vengo para exigir el cierre de la prisión y la libertad de los
detenidos que están en la base de Guantánamo", dijo Zohra Zewawi a
Granma con voz emocionada. Le sobran razones para esa demanda,
pues uno de sus hijos, Omar Deghayes, se encuentra desde hace años
confinado en una "cárcel que ni los animales merecen", en el
territorio que en contra de la voluntad de los cubanos mantiene el
gobierno de Estados Unidos en esa oriental porción de suelo nacional.
Ya no le quedan lágrimas de tanto llorar. Su Omar "es un joven
noble, inteligente y bueno, nació en Libia, pero desde pequeñito fue
criado en Inglaterra", explica. Fue secuestrado en Paquistán, a su
vida le pusieron precio.
Zohra llegó a la Isla desde la lejana Dubai, en los Emiratos Árabes
Unidos, junto a otro de sus hijos Taher Deghayes, como parte de una
delegación internacional de pacifistas y defensores de los derechos
humanos que plantaron su reclamo para el cierre de ese centro de
detención y torturas, al cumplirse un lustro de haber sido abierto.
"Les aseguro que mi hijo ha sufrido muchísimo, por eso le pido a cada
madre y a cada padre, en nombre del amor, que nos ayuden para cerrar
de inmediato la cárcel de Guantánamo", señala.
Según explica en su diálogo, Omar es religioso, como millones de
musulmanes en el mundo, lo cual no es un delito y que nunca ha
incitado a la violencia, porque el Islam significa paz.
¿Ha tenido contacto reciente con su hijo Omar? ¿Qué sabe acerca de
las condiciones en que se encuentra en Guantánamo?
Solamente he recibido una carta pequeña que estaba totalmente
tachada, como censurada. Yo envío mis cartas a la Cruz Roja todo el
tiempo, pero a mí las respuestas no me llegan.
A él solo le permiten mandar una cada seis meses, apenas legible,
incluso muchas veces hay un retraso de hasta cuatro meses con sus
misivas.
Cuando mi hijo escribe no puede decir nada acerca de su situación
en la cárcel, le permiten exclusivamente frases de saludo, nada más.
Nosotros hemos logrado saber algo acerca de Omar —que ya cumplió
sus 38 años— a través de su abogado, quien nos ha contado que ha hecho
huelga de hambre durante 40 días en protesta por las condiciones de
encarcelamiento que sufre, que le han dañado uno de sus ojos, no le
permiten ningún tipo de movimiento, ni siquiera se puede peinar,
tampoco se puede cambiar de ropa, la cual está totalmente rota y con
agujeros.
Como tortura también lo han colocado en una habitación con bajas
temperaturas durante varias horas hasta que no puede resistir y tiene
que gritar de tanto frío¼
¿Tiene familia Omar?
Sí. Cuando lo arrestaron su pequeño niño solo tenía tres meses.
"Yo pido justicia —recalca—. Esos detenidos tienen padre, madre,
familias, ¿de qué los acusan?, no son culpables de nada. ¿Por qué no
los liberan? Es el reclamo de una madre que tiene a un hijo en ese
horrible lugar y que no es culpable".