Cuando Alina Orraca escuchó en la Universidad de Lethbridge a siete coros entonar con gracia y sabor una versión de El bodeguero, de Richard Egües, tuvo la certeza de que tantas intensas jornadas en tierras canadienses no eran en vano.

Alina, Bobby y Watts en una sesión de trabajo en Canadá.

Lo propio aconteció con Bobby Carcassés, al término de su concierto con el conjunto de jazz de esa casa de altos estudios: el toque latino había sido asimilado en primera instancia y para los jóvenes ejecutantes quedaba abierto un nuevo camino por recorrer.

La laureada directora coral y el jazzman cubano por excelencia viajaron a esa nación norteamericana como protagonistas de un periplo destinado a mostrar las particularidades del arte vocal y el jazz afrocubano a escolares y profesores de centros de enseñanza artística y general.

Una buena parte de estos ya tenía conocimiento del rigor de la docencia artística cubana, pero muchos se acercaban por primera vez a nociones de una cultura en ocasiones vista allí bajo el prisma de prejuicios alentados por las consabidas distorsiones que suelen acompañar el tratamiento mediático de la realidad cubana.

Por largos años, la organización Cuba-Canada Sports & Cultural Fes-tivals se ha encargado de tender puentes entre ambos países y barrer estereotipos, mediante intercambios que incentivan el conocimiento mutuo.

La más reciente acción en tal sentido fue precisamente propiciar la gira de Alina y Bobby por escuelas y universidades canadienses, la cual se hizo extensiva a otros segmentos comunitarios de esa nación.

Jonathan Watts, presidente de esa institución, manifestó a Granma que la respuesta de profesores y estudiantes registró niveles de entusiasmo y avidez por conocer no solo aspectos relevantes de la cultura musical cubana sino también de las realizaciones educacionales y culturales de la Revolución.

De tal manera viajarán a la isla este año los cantores de la Universidad de Lethbridge, encabezados por su director George Evelyn (han montado sorprendentemente una versión de El guayaboso, de Guido López Gavi-lán). En esa universidad, el prestigioso jazzista Ed Wasiak se felicitó por tener la oportunidad de compartir con Bobby, a quien considera una leyenda viva del jazz cubano. "Es un privilegio real —dijo— para nuestros estudiantes aprender y actuar con este tesoro nacional cubano".