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Los pacifistas norteamericanos, que viajaron a esta ciudad en pos del
cierre de la prisión instalada en la Base Naval de su país aquí,
destacaron hoy la repercusión internacional que han tenido sus actos
desarrollados en Cuba.
Medea Benjamín, cofundadora de las organizaciones Código Rosado y
Mujeres por la Paz, resaltó la cobertura de prensa a las actividades
que desde el pasado día 5 iniciaron en La Habana con la presencia,
entre otros, de Cindy Sheehan, madre de un soldado muerto en Iraq.
A raíz de esa difusión, explicó Benjamín, han recibido múltiples
mensajes de personas solidarias en el mundo y en particular, de
familiares de los actuales prisioneros, quienes agradecen esta batalla
porque triunfe la justicia.
Durante un encuentro con historiadores locales y representantes de
diversos sectores de la sociedad guantanamera, varios activistas
expusieron las razones de esta campaña por el cese de las guerras y la
clausura de la ilegal cárcel en el enclave militar estadounidense.
Una pormenorizada explicación de los argumentos legales de ese
reclamo ofreció el abogado Bill Goodman, director del Centro para los
Derechos Constitucionales y reconocida autoridad en la contienda
jurídica por el cese de las arbitrariedades en esa instalación.
Los pacifistas expresaron su inconformidad con el hecho de que el
nombre de esta ciudad, habitada por personas amistosas y
hospitalarias, sea identificado mundialmente con una infamia como la
de esa prisión, que llena de vergüenza al pueblo de Estados Unidos.
Esta tarde, el grupo visitará la Brigada de la Frontera, unidad
militar cubana que preserva la soberanía nacional en el límite con la
Base Naval norteamericana, y en la noche verán el filme El camino a
Guantánamo, que refleja la tragedia vivida allí por los detenidos.