El Consejo de Seguridad debatirá
hoy a puertas cerradas las opciones posibles para evitar una escalada
del conflicto en Somalia, luego de los bombardeos de la aviación
estadounidense contra localidades en el sur de ese país africano.
Los ataques con aviones A-130 fueron ordenados por el Pentágono
contra el sur de Somalia para eliminar a presuntos operativos de la
red Al Qaeda implicados en los atentados realizados en 1998 contra las
embajadas de Estados Unidos en Kenya y Tanzania.
Un portavoz estadounidense en Washington dijo la víspera que habían
"razones suficientes" para llevar adelante esa operación militar, la
cual ha provocado gran preocupación en las altas esferas de la ONU.
"Desconociendo los motivos para ese reportado ataque militar, el
Secretario General está preocupado por las nuevas dimensiones que el
conflicto en Somalia puede adquirir por ese tipo de acción", dijo a la
prensa la portavoz oficial de la ONU, Michele Montas.
Durante un encuentro ayer con la prensa en esta sede, Montas indicó
que otro elemento que preocupa al nuevo secretario general, Ban Ki
Moon, es que el ataque estadounidense puede resultar en una posible
escalada de las hostilidades en Somalia.
Según reportes recibidos en esta sede, hasta el momento se había
confirmado la muerte de por lo menos 10 personas a causa de los
bombardeos contra los sureños poblados somalíes de Elnadow, Kudha y
Hayow.
A juicio de funcionarios diplomáticos, esa acción militar
unilateral de Estados Unidos en Somalia estaría en conflicto con los
llamados y resoluciones de la ONU para un cese de hostilidades y
arreglo negociado a la crisis en ese país africano.
De igual forma, los bombardeos a esas localidades están en contra
de los reiterados llamados del Secretario General a respetar la
soberanía e integridad territorial de Somalia.
Hasta el momento, la única voz que se ha escuchado a favor de esos
bombardeos es la del designado presidente del Gobierno Federal de
Transición (GFT), Abdullahi Yusuf Ahmed.
Según el político somalí, Washington "tiene derecho a efectuar
ataques aéreos contra miembros de Al Qwaeda donde quiera que se
encuentren".
El gobierno provisional de Yusuf Ahmed estuvo a punto del colapso
el mes pasado ante una poderosa ofensiva de las milicias leales a la
Unión de las Cortes Islámicas (UCI), pero tropas etíopes entraron en
Somalia para salvarlo de la derrota.
El gobierno de Estados Unidos respaldó en todo momento el avance
arrollador de tropas etíopes hacia Mogadiscio, la capital de Somalia,
y las operaciones contra los remanentes de las milicias islámicas en
el sur de ese país del Cuerno de África.
Somalia se encuentra envuelta en una grave crisis desde que la
Unión de las Cortes Islámicas (UCI) y el Gobierno Federal de
Transición (GFT) congelaron en octubre último sus negociaciones en
Jartum, la capital de Sudán, orientadas a lograr un arreglo de paz.
La posición mantenida por la ONU es la de procurar un cese de las
hostilidades y que ambas partes rivales reanuden el diálogo en Jartum
para un arreglo de paz sustentable en ese país.
El bombardeo estadounidense contra el sur de Somalia pudiera
también afectar las gestiones de los siete países integrantes de la
Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo destinadas a desplegar
de una fuerza de paz en ese Estado de África Oriental.
La portavoz oficial de la ONU dijo que funcionarios de esta
organización tratan de reunir más información sobre la acción militar
estadounidense en el sur de Somalia.