Con banda presidencial "zurda",
música llanera y una movilización popular frente al Palacio de
Miraflores, Hugo Chávez asumió hoy la presidencia de Venezuela para el
mandato presidencial 2007-2013.
A diferencia de lo usual, Chávez se cruzó la banda presidencial de
izquierda a derecha, un hecho que había anunciado antes como símbolo
del enfoque que prometió dar a su nuevo gobierno: rumbo al socialismo
venezolano.
En otra innovación del protocolo venezolano, el primer mandatario
incluyó en su juramento "Patria, Socialismo o Muerte", que identificó
como una determinación de cumplir con el mandato del pueblo y la
autoridad de la Constitución Nacional.
La propuesta, por la que votó casi el 63 por ciento de la población
en los comicios del pasado 3 de diciembre, parte del convencimiento
del Presidente de la República que los problemas del país no pueden
solucionarse con mecanismos capitalistas.
Pese a ser quinto exportador mundial de hidrocarburos, millones de
personas viven en Venezuela por debajo del límite de la pobreza, una
paradoja que Chávez se propone erradicar con su propuesta de
Socialismo de Siglo XXI.
Se trata, como ha dicho el Jefe de Estado, de un socialismo
adaptado a las condiciones históricas venezolanas, que tenga en cuenta
los éxitos y errores del pasado, el pensamiento de Simón Bolívar y los
principios de colectividad de los pueblos autóctonos.
Para el nuevo mandato Chávez reestructuró su gabinete, incluyendo
la sustitución del vicepresidente de la República, cargo en que nombró
al psicólogo Jorge Rodríguez en lugar del veterano político José
Vicente Rangel.
Más allá de la banda "zurda", el primer mandatario considera que
las proyecciones de izquierda constituyen la base del futuro
desarrollo de su país y del proceso de unidad latinoamericano.
Como una manifestación de ello decidió viajar a Nicaragua para
participar en este mismo día en la asunción de Daniel Ortega como
presidente de Nicaragua y anunció también su presencia en el acto
similar en Ecuador para la toma de posesión de Rafael Correa.
Entre las principales tareas de su mandato, el presidente de
Venezuela propuso una reforma constitucional y la conformación de un
partido unido de las fuerzas de izquierda, garantía de la continuidad
del proceso de cambios iniciado hace ocho años.
Como primer paso solicitó una Ley Habilitante por un año para darle
potestad al Poder Ejecutivo de dictar leyes e impulsar el proceso a la
construcción del socialismo.
Entre las primeras medidas anunciadas está la nacionalización de
empresas y servicios estratégicos, privatizados al influjo del empuje
neoliberal, especialmente en los sectores de comunicaciones,
electricidad y petróleo.
Esta es la cuarta juramentación de Chávez como presidente, luego de
su triunfo electoral de 1998, su ratificación por Asamblea Nacional
Constituyente en 1999 y el posterior triunfo en elecciones para su
relegitimación en 2000.
Aunque sin imponerse una nueva banda, Chávez también recuperó la
Presidencia en abril de 2002, luego de ser depuesto durante 48 horas
por un golpe de estado, derrotado por la acción popular junto a
militares constitucionalistas.
En esta ocasión el Jefe de Estado recibió un respaldo sin
precedentes en la historia electoral venezolana con 7,3 millones de
votos, que aceptó como expresión de un mandato popular de iniciar el
camino de construcción del socialismo.