Más de 300 afinadas voces entonaron la canción Juramento, de
Miguel Matamoros y con arreglos de Electo Silva, para cerrar un
festival de coros cubanos, en la Plaza del Himno Nacional, de la
ciudad de Bayamo
Los coros Nacional de Cuba, de cámara de Matanzas, Orfeón
Holguín, masculino de Guantánamo, y Profesional de Bayamo terminaron
anoche así, entre símbolos y emociones, el encuentro que comenzó el
viernes pasado para festejar el cumpleaños 45 del último grupo
mencionado.
Antes, esos colectivos y el Entrevoces interpretaron, separados,
obras como Chan chan, Mulata, Dame un traguito, Guantanamera, Son de
la loma, Mercedes, Retorna, Chivo que rompe tambó y otras de autores
cubanos y extranjeros.
La Asamblea Municipal del Poder Popular de Bayamo le otorgó La
Tea Incendiaria, símbolo de la ciudad, al Coro Profesional, que
quedó constituido el siete de enero de 1962 y exhibe una brillante
trayectoria artística.
El grupo también recibió reconocimientos de las direcciones
provinciales del Partido Comunista de Cuba (PCC), el Poder Popular,
el Centro de la Música, Cultura, el Sindicato de Trabajadores de
esta rama y otras instituciones de Granma.
Junto al numeroso público que aplaudió el concierto, estuvieron
Lázaro Expósito, primer secretario del PCC en Granma; Ramón Castro
Ruz, diputado al Parlamento Cubano, y Rubén del Valle, viceministro
de Cultura.
En el transcurso del festival, el gobierno de Bayamo declaró Hijo
Ilustre de la ciudad a René Capote, director fundador del Coro
Profesional, y otorgó la distinción de Huésped Ilustre a Digna
Guerra y Electo Silva, prestigiosos maestros de la música coral.
Además de los coros mencionados, en la cita estuvieron el Orfeón
Santiago; Euterpe, de Las Tunas, y Vocal Ármoni, de Holguín