Legado de Celso Enríquez no duerme en el olvido

Centenario de su natalicio es recordado con el VII Taller sobre su pensamiento y obra

Alexis Rojas Aguilera

HOLGUÍN.— El centenario del natalicio del destacado intelectual y periodista español-cubano-mexicano Celso Enríquez Gómez, quien dejó una amplia y vital obra a favor del deporte y la educación física inspirado en el pensamiento de José Martí, es recordado con el VII Taller sobre su Pensamiento y Obra.

El evento de carácter deportivo, cultural y científico-histórico, que auspician la familia mexicana Enríquez, el ICAP, el Museo Provincial del Deporte y el INDER, con el apoyo del territorio, tuvo su primera jornada en Floro Pérez, Gibara, donde fue develado un busto que perpetúa sus días en Holguín, tierra que conoció a los siete años, tras nacer el 7 de enero de 1907 en Galicia, España. Murió en México, en 1986.

También en su honor se realizó una Vuelta Ciclística entre Holguín y Floro Pérez, y una Gala Cultural Española, en tanto comenzó la final de la Copa Celso Enríquez, de softbol, organizada por las Peñas Deportivas, con final para mañana martes.

Hoy, en la EIDE Pedro Díaz Coello, se desarrollará la sesión teórica, con el debate de 11 ponencias que abordan la materialización de los ideales de Celso en el proyecto de integración latinoamericana ALBA y la vigencia de su pensamiento y obra en el sistema deportivo actual. La clausura y premiación será en el Museo Provincial La Periquera.

Al Taller asisten compañeros que compartieron importantes momentos de la vida habanera y mexicana de este pensador progresista muy cercano al proceso revolucionario cubano, profesor universitario y autor de numerosos libros, la mayoría consagrados a la educación física y el deporte (Celso practicó boxeo).

El ingeniero Manuel Enríquez Poy, su hijo, reflexionó:

"La importancia del Taller es enorme, por muchas razones. Descubrí mucho de mi padre mediante estos eventos, ricos en investigaciones que me muestran un hombre que amé y amo, del cual desconocía su dimensión como intelectual y revolucionario.

"Para mí Celso era cubano. Jamás dijo que nació en Galicia y que a los siete años vino para Floro Pérez. Gracias a estos encuentros descubrí su lugar de nacimiento.

"Ahora que conozco y amo también a Cuba comprendo por qué mi padre siempre dijo ser cubano, pues aquí aprendió a querer y defender a este país.

"Cuba, para todos los latinoamericanos bien nacidos, es paradigma de sistema social, es sueño a realizar por muchos países, porque aquí se ha dignificado al ser humano, a pesar del bloqueo yanki y las limitaciones que genera. Los cubanos no han permitido que el legado de Celso duerma en el olvido", afirmó.

 

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