La
avicultura alternativa y familiar proporcionó 568 millones de huevos
durante el pasado año, una buena parte de los cuales fueron obtenidos
por la crianza urbana de aves en traspatios.
Esta avicultura se sustenta en aves con menos requerimientos
alimenticios que las ponedoras especializadas y más resistentes a las
enfermedades, lo cual constituye un logro del Instituto de
Investigaciones Avícolas al propiciar una gallina, a la que llaman
serrana, con características apropiadas para este tipo de crianza,
mediante cruces de las criollas con las de altos rendimientos.
La producción de huevos por la vía alternativa y familiar es un
complemento proteico para muchas familias e instituciones sociales
cercanas.
Lázaro Quiroz, director de la Unión de Empresas del Combinado
Avícola, al informar ante la Comisión de Actividad Productiva del
Parlamento, dijo que el pasado año se vendieron 2 750 000 pollitos
serranos a las familias asentadas dentro del Plan Turquino.
De los 568 millones reportados en la avicultura alternativa, más de
390 millones corresponden a la crianza de traspatios en zonas urbanas,
según el informe rendido por Adolfo Rodríguez Nodals, jefe del Grupo
Nacional de la Agricultura Urbana. En los traspatios urbanos se cuenta
con más de 7 000 000 de ponedoras, apuntó.
La avicultura alternativa constituye un complemento de la
especializada. Cuando el periodo especial provocó que muchas granjas
cerraran por la falta de pienso, algunas unidades se poblaron de
gallinas serranas, alimentadas con los propios granos y viandas
sembrados en los alrededores.
La reactivación de la producción estatal de huevos, programa de
desarrollo priorizado en el Ministerio de la Agricultura, permitió
garantizar 10 huevos mensuales por consumidor en todas las provincias
y 12 en el Municipio Especial de Isla de la Juventud.
En el presente se trabaja para incrementar la producción avícola,
sustentada en mayor eficiencia y en la continuación de las inversiones
planificadas.