El Premio Nacional de Teatro 2007 fue concedido ayer a cuatro
distinguidas personalidades: el actor y director René de la Cruz, los
diseñadores María Elena Molinet y Eduardo Arocha y el director de
obras infantiles René Fernández Santana.
En De la Cruz se reconoce su participación durante décadas en
numerosas puestas en escena y su protagonismo en el Teatro Político
Bertolt Brecht. Molinet, decana del diseño de vestuario en Cuba, es
maestra de generaciones en esa especialidad, mientras Arocha exhibe
una laureada trayectoria en la creación escenográfica. Fernández
Santana, director del matancero Teatro Papalote, clasifica como uno de
los más consistentes promotores del teatro infantil en nuestro país.
Este Premio, auspiciado anualmente por el Ministerio de Cultura y
el Consejo Nacional de las Artes Escénicas, se hará efectivo durante
las jornadas por el Día del Teatro Cubano (22 de enero), fecha en que
se recuerdan los sucesos del Teatro Villanueva, cuando las huestes
coloniales reprimieron a los asistentes que acompañaron con gritos de
"¡Viva Cuba libre!" la representación de la obra Perro huevero.