Con elevada calidad la planta torrefactora y distribuidora de café,
de Santiago de Cuba, entrega el cafetín, producto de reciente
incorporación a la canasta básica de la familia cubana y al sector
estatal.
En su primer año de funcionamiento con la nueva tecnología cerrará
con casi tres mil toneladas de café puro, de acuerdo con la demanda de
los consumidores de las provincias de Santiago de Cuba, Granma y
Guantánamo.
Sandra Barrera, directora técnica productiva en funciones, destacó
la aceptación del cafetín pues llega sin mezclar, envasado en sobres
de naylon de cuatro onzas y con índices de calidad que superan el 95
por ciento.
Explicó que la inversión realizada en la vieja planta modernizó
todo el proceso productivo que comprende el tostado, molido y
envasado, en máquinas con capacidad para 319 toneladas mensuales, que
a la vez humanizan el trabajo.
Con anterioridad disponían de equipos obsoletos con más de 50 años
de explotación, en la antigua torrefactora Pilón Santiago, ubicada en
el reparto de Yarayó.
La estimulante bebida se produce por la infusión de los granos
molidos del fruto del cafeto. Este renglón es la segunda materia más
comercializada en el mundo, adelantada solo por el petróleo.
Descubrimientos realizados por un equipo arqueológico británico,
dejan entrever la posibilidad de que el consumo de café comenzó a
partir del siglo XII, en Arabia.
Actualmente América del Sur figura entre las regiones mayores
productoras del planeta, en particular países como Brasil y Colombia,
que gozan de un sólido prestigio en el mercado internacional.