Los pecuarios de la provincia de Las Tunas, la de menos
precipitaciones de Cuba, aprovecharon bien el mejoramiento del régimen
de lluvias para vencer sus principales compromisos en el presente año.
Luego de notables decrecimientos en 2004 y 2005, el éxito se
concretó al producir este año más de 20 millones 600 mil litros de
leche, vender al Estado 13,2 millones y entregar a la industria
pasteurizadora cerca de 11 millones, para cumplir esos tres
indicadores fundamentales de la actividad ganadera.
Después de lograr en 1996 un récord para el territorio, al sumar
una producción total superior a los 36 millones de litros, la
ganadería vacuna tunera se vio afectada por el recrudecimiento de la
tradicional sequía que se registra en la provincia, a unos 670
kilómetros al este de La Habana.
Esa adversidad se hizo drástica durante el bienio 2004-2005 y fue
determinante para que la producción lechera de esta zona oriental se
redujera a apenas unos 17 millones de litros en el último de esos
años.
Sin embargo, 2006 se comportó muy favorable desde el punto de vista
climático, con precipitaciones por encima del promedio histórico del
territorio, lo cual mejoró el estado de los pastizales y propició en
sentido general adecuadas condiciones alimentarias para los animales.
Ello fue decisivo para que el promedio de litros por vaca en ordeño
se elevara hasta 3,5, cifra que aunque sigue siendo baja es muy
superior a la registrada en los dos años precedentes.
El ya próximo 2007 deberá resultar aún mejor para los ganaderos de
Las Tunas, pues existe suficiente agua embalsada y hay humedad en los
suelos, factores de importancia para asegurar la alimentación del
rebaño en la actual etapa de sequía, que se extiende de noviembre a
abril