Los sistemas de aviso contra
tsunamis deben coordinarse de forma tal que la información llegue a
tiempo a todas las poblaciones costeras, considera hoy un informe de
la UNESCO, con sede en esta capital.
Para el director general de la Organización de la ONU para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Koichiro Matsuura, de
nada sirven los dispositivos desplegados en el océano Indico si no
pueden ser compartidos por todos al mismo tiempo y sin demoras.
Las poblaciones de las regiones costeras, próximas a las zonas
donde ocurren los terremotos deben contar con la preparación para ese
tipo de catástrofes, estima el funcionario japonés en un reporte.
Matsuura se refería al maremoto que hace exactamente dos años tuvo
lugar cerca de las costas de la isla indonesia de Sumatra, con un
saldo de 226 mil 408 muertos y multimillonarios daños materiales en
más de una decena de países afectados.
Tras ese desastre regional, se decidió crear y poner en práctica un
sistema de boyas y otros aditamentos para el aviso ante ese tipo de
desastres naturales.
En ese sentido, el dirigente de la UNESCO opinó que aunque las
naciones de la región del océano Indico efectuaron esfuerzos
impresionantes, faltan todavía medios en muchos lugares para informar
a tiempo a los poblados costeros sobre los tsunamis.
Además, estima que las poblaciones de esas zonas con peligro de ser
azotadas por maremotos deben recibir la preparación y educación
adecuada para detectar los signos de la eminencia de ese fenómeno y
protegerse.
En ese sentido, Matsuura reconoce el progreso real del actual
programa de aviso de 27 países de la cuenca del Indico, creado en
coordinación con la UNESCO, la Comisión Interoceanográfica
Internacional e Immarsat, relacionada con una red de satélites.
Tal sistema permite la conexión gratuita e intercambio de
información a 60 receptores de la referida región, en caso de un
peligro de catástrofe.
Al respecto, el director general de la referida organización de la
ONU afirma que los datos sobre la alerta para ese tipo de fenómenos
deben considerarse como un bien mundial y por tanto necesita
compartirse de forma gratuita para todos.
De igual forma, Matsuura subraya que en estos momentos se trabaja
para crear redes de información y aviso similares para la zona del
Atlántico, el Mediterráneo y la cuenca del Caribe, en tanto se
refuerza la existente en el Pacífico.