La mala gestión financiera del
gobierno del presidente George W. Bush provocó que se malgastaran
hasta hoy cerca de dos mil millones de dólares, presuntamente
dirigidos a socorrer a damnificados por el huracán Katrina.
Los capitales dilapidados podrían superar esa cifra durante los
primeros meses de 2007 porque alrededor de la mitad de los contratos
otorgados por la administración republicana fueron facilitados a
empresas incompetentes.
Además, inspectores federales concluyeron que el gobierno de Bush
malgastó casi mil millones de dólares en ayudas que terminaron en
falsas víctimas o en manos fraudulentas, luego del meteoro que azotó
al norteño país en agosto de 2005.
Considerando las irregularidades observadas hasta la fecha, no me
sorprendería si aparecen en breve otros miles de millones
despilfarrados, apuntó ante reporteros Kent Ervin, ex inspector
general del Departamento de Seguridad Interior.
También congresistas demócratas instaron al Presidente a demostrar
más responsabilidad en cuanto a la administración de los gastos
relacionados con el ciclón, que causó la pérdida de mil 300 vidas
humanas sobre todo en Louisiana y Mississippi.
Investigadores descubrieron asignaciones de contratos sin
competencia por un valor de 400 millones de dólares a empresas como
Shaw Group, Bechtel Group, CH2M Hill y Fluor, entre otras.
Asimismo trascendió que Washington desperdició 17 millones en pagos
ficticios de alquiler a personas que ya habían recibido apartamentos y
casas móviles gratis.
Al mismo tiempo, se conoció que la Agencia Federal para el Manejo
de Emergencias ha recuperado menos del 10 por ciento de los mil
millones de dólares que utilizó en préstamos financieros de socorro.
Un reporte de la Oficina General de Auditoria describe una imagen
de una Agencia que sigue en problemas, con un muy alto costo para los
contribuyentes tributarios.
Recientemente, un juez federal le ordenó al gobierno de Bush
reiniciar el pago de vivienda de miles de ciudadanos que quedaron
desplazados por Katrina, a la vez que criticó al mandatario por el
complicado proceso de solicitud de ayudas.