El crecimiento económico es el fruto del enorme
esfuerzo desplegado por nuestro pueblo
Presentación a la Asamblea Nacional del Poder Popular del
Informe sobre los resultados económicos del año 2006 y los
Lineamientos del Plan Económico y Social para el año 2007 a cargo de
José Luis Rodríguez, Vicepresidente del Consejo de Ministros y
Ministro de Economía y Planificación.
General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Vicepresidente del
Consejo de Estado y del Consejo de Ministros,
Compañero Ricardo Alarcón de Quesada, Presidente de la Asamblea
Nacional del Poder Popular,
Distinguidos invitados,
Compañeras y compañeros diputados:
Este año han podido ustedes disponer con antelación del informe que
recoge los resultados económicos del presente año y las proyecciones
fundamentales para el venidero 2007.
JOsé Luis Rodríguez,
Vicepresidente del Consejo de Ministros y Ministro de Economía y
Planificación.
Tomando esto en consideración no será necesario leerlo nuevamente y
creo que será más útil dedicar mis palabras a reflexionar y
profundizar sobre un conjunto de aspectos que a mi juicio resultan de
gran importancia para todos nosotros.
En el año que está próximo a concluir se alcanza un crecimiento del
12.5% en términos del Producto Interno Bruto (PIB), lo que constituye
la cifra más elevada de nuestra historia revolucionaria y expresa una
tendencia a la consolidación gradual de la economía que se viene
observando desde el año 2004, cuando crecimos un 5.4% y en el 2005
cuando logramos un 11.8 %.
La cifra que se obtiene este año resulta también la más elevada de
la región y supera ampliamente el promedio del 5.3% reportado para
América Latina y el Caribe, según los datos de la CEPAL.
Este crecimiento es el fruto del enorme esfuerzo desplegado por
nuestro pueblo para llevar adelante la revolución energética y elevar
el nivel de las inversiones que aseguren producciones y servicios
fundamentales; refleja también el desarrollo de importantes obras
sociales y el mismo se apoya en el incremento de los niveles de
actividad de prácticamente todas las ramas de la economía.
Se cuentan entre los resultados más importantes con un impacto
directo en la población, que se reduce la energía dejada de servir por
falta de generación en más de un 90% en relación al 2005; se han
comprado y distribuido más de 29 millones de utensilios y efectos
electrodomésticos que permiten el ahorro de energía, al tiempo que
elevan la calidad de vida en nuestros hogares; se incrementó la
entrega normada a 10 huevos por persona en todo el país, y se
mantienen los incrementos en las entregas de arroz, granos, chocolé y
café puro que se iniciaron en el 2005; continuó incrementándose la
calidad de las instalaciones de salud y educación, a partir de la
terminación de más de 650 obras en los programas de la Batalla de
Ideas; y se concluyen alrededor de 110 000 viviendas, cifra 2.8 veces
superior a la del pasado año; entre los logros más importantes que se
respaldan con el crecimiento alcanzado.
Por otro lado, como ya se ha expuesto en ocasiones anteriores, el
PIB de Cuba resulta hoy perfectamente comparable con cualquier país
del mundo, en tanto que le hemos imputado un valor a los servicios
sociales básicos como educación y salud, que en nuestro país se
brindan sin costo alguno, para que puedan medirse correctamente y se
equiparen con aquellas economías capitalistas donde estos servicios se
venden como mercancías y de forma natural se incorporan al PIB, del
mismo modo que se incluyen en su cálculo el tráfico de drogas o la
prostitución, sin que en esas economías esto provoque ninguna
inquietud o asombro.
Es más, podemos informar que si se excluyeran del cálculo del PIB
los servicios y el comercio; la economía cubana crecería un 9.5% en el
2006.
Desde luego, se trata de Cuba y para nadie debe pasar inadvertido
lo que significa que este país agredido, bloqueado y calumniado figure
este año con la tasa de crecimiento más alta de América Latina y el
Caribe.
Cuba no falsea sus estadísticas, ni las manipula con fines
electorales. Se atiene responsablemente a los sistemas estadísticos
reconocidos internacionalmente y defiende su derecho a que se reflejen
sus logros, limpiamente, sin acudir jamás a la mentira o al engaño.
Por ello frente a los que dudan o no creen en lo que es capaz de
hacer una revolución, seguiremos demandando el derecho a que se
publiquen nuestras estadísticas en todos los organismos
internacionales y especialmente en los del sistema de Naciones Unidas.
Los alentadores avances obtenidos no deben llevarnos a olvidar todo
lo que aún queda por hacer. Estos resultados son insuficientes para
lograr la satisfacción de las necesidades del pueblo y asegurar el
desarrollo. Mucho pesan todavía en nuestro desempeño las limitaciones
objetivas y subjetivas que impuso el periodo especial, el cual aún no
hemos rebasado.
Tomando en cuenta lo señalado anteriormente, considero que es muy
útil reflexionar sobre el carácter de esas limitaciones y las
soluciones posibles a las mismas.
Como se explica en el informe, alcanzar estos resultados ha tenido
como premisa la concentración de los ingresos en divisas en una Cuenta
Única del Estado y la centralización de las decisiones para su uso;
así como la obtención de créditos que permitan financiar los programas
para avanzar gradualmente hacia la invulnerabilidad económica del
país.
No obstante, el déficit de recursos que inevitablemente hoy debemos
enfrentar con financiamiento externo tiene límites, a los que debemos
prestar la mayor atención.
Las soluciones se encuentran en el cumplimiento y
sobrecumplimiento de los planes de producción
En lo inmediato, ante las insuficiencias de nuestro desarrollo
económico, las soluciones se encuentran en el cumplimiento y
sobrecumplimiento de los planes de producción, en la reducción de los
costos y muy especialmente en el control y ahorro de los recursos,
particularmente los portadores energéticos, así como en el incremento
de la productividad del trabajo y la eficiencia económica.
En ese contexto particular importancia debemos dar al análisis de
la productividad del trabajo y a su correlación con el salario medio,
como una de las expresiones más importantes de la eficiencia
económica.
Ciertamente si examinamos la evolución de la productividad en los
últimos 10 años, observaremos que crece a un ritmo promedio anual
inferior al salario medio. Esto representa a grandes rasgos, que crece
más rápidamente la distribución de la riqueza creada que su
producción, lo cual no es sostenible en el tiempo.
Este problema aún no se examina sistemáticamente en nuestras
empresas, ni constituye todavía un punto de atención constante de los
trabajadores, tema que necesariamente debe abordarse en la discusión
del plan que tiene lugar en las empresas y unidades presupuestadas en
estos momentos.
Se precisa un mayor incremento de la productividad del trabajo y
alcanzar los niveles que permitan reducir significativamente nuestros
costos; para lo cual existen enormes reservas en la disciplina
laboral, el aprovechamiento de la jornada y la organización del
trabajo, sin que sea necesario invertir más recursos que los que ya
hoy existen.
Esto es especialmente importante en la producción agropecuaria, en
su conjunto, en la que se necesita alcanzar una mayor producción de
alimentos para la población a bajo costo, pero donde se aprecia este
año una caída de la productividad y del total de horas trabajadas, así
como en el sector industrial manufacturero, donde se crece a ritmos
aún insuficientes.
Por otro lado y como se ha informado, el país viene registrando un
notable incremento en las inversiones, que crecen un 68% en los
últimos dos años.
Sin embargo se registran significativas deficiencias en su proceso
de planificación, preparación y ejecución.
Nada justifica que no se dedique el tiempo indispensable a la
preparación de las inversiones, que se inician sin proyectos
adecuados, sin presupuesto o sin cumplir las regulaciones establecidas
para su ejecución.
Todo ello redunda en el incumplimiento de los planes y la baja
efectividad del proceso inversionista, donde se continúa inmovilizando
recursos, pues el valor de los activos fijos en las obras que se
concluyen resulta inferior a lo que se invierte cada año.
Los negativos ejemplos que se mencionan en el informe son harto
elocuentes en este sentido.
Particular atención requiere que para eliminar la congelación de
los recursos, se realice el adecuado balance de los mismos y de la
fuerza de trabajo que se demanda en cada obra, visto en cada
territorio y en su secuencia a través del tiempo.
Para el año próximo, se ha realizado un análisis que debe permitir
una ejecución más racional del proceso inversionista. Igualmente se
elevará la rigurosidad en su aprobación, y en la asignación de
recursos para ejecutarlo.
Un ejemplo de las inversiones en las que está previsto recuperar lo
gastado a través del ahorro de divisas que producen en el más breve
plazo posible, son las del programa electroenergético y las del
transporte, tomando en cuenta la elevación del precio del petróleo a
más del doble en los últimos tres años.
Los cientos de millones de dólares que el país ha pagado por los
grupos electrógenos, efectos electrodomésticos, hornos eléctricos para
las panaderías, bombas de agua e insumos para la reparación de las
redes de distribución de electricidad, tiene que conllevar crecientes
volúmenes de ahorro del combustible que producimos o dejamos de
importar.
Por otro lado, las importantes inversiones en transporte de carga
que comienzan a materializarse y que se requieren para distribuir el
combustible, los alimentos, los materiales de construcción y los
insumos productivos de nuestras fábricas, así como los restantes
bienes de consumo de la población, se realizan bajo la premisa del
ahorro de combustible como objetivo prioritario y así se ejecutarán.
Sin embargo, tal y como se expresa en el informe, no se logra aún
la conciencia del ahorro en portadores energéticos en nuestras
entidades que permita contar con planes verdaderamente rigurosos para
reducir el gasto, lo cual obligará a continuar restringiendo
centralmente la asignación de combustible y energía eléctrica en el
año 2007.
Un tema que no debemos dejar de mencionar es el que se refiere al
alto nivel de dependencia externa del consumo de alimentos, cuyas
importaciones han crecido un 35% en los últimos dos años.
Se precisa, como ya señalamos, desarrollar aceleradamente un
programa de sustitución de importaciones que sea económicamente
viable, incrementando las producciones agrícolas e industriales de
alimentos.
En relación a los alimentos hay que dar también un salto de calidad
en el acopio de la producción, asegurar que no se pierda ni una sola
libra de lo que se cosecha y pagar en la fecha prevista a los
productores.
Por otra parte, es necesario cumplir en tiempo y con calidad la
entrega de los productos normados que se venden a precios subsidiados
y en los que el país invirtió 948 millones de dólares el presente año,
pero donde subsisten múltiples insatisfacciones, que no siempre
dependen de recursos materiales.
Un reclamo de primer orden en la
población
La necesidad de incrementar la transportación urbana constituye
actualmente un reclamo de primer orden en la población.
Tal y como se explica en el informe, se adoptan medidas especiales
en Ciudad de La Habana y Santiago de Cuba, que contribuirán en lo
inmediato a frenar el deterioro de este importante servicio.
No obstante, considero importante explicar, que tomando en cuenta
el colapso sufrido por el sistema de transportación de carga, que
garantiza la vitalidad del país y ante los limitados recursos
financieros disponibles, ha sido preciso destinar solo una parte de
los mismos a la transportación de pasajeros.
Incluso para avanzar más rápido en estas tareas es indispensable
rehabilitar las vías ferroviarias, los caminos y las carreteras;
inversión que también demanda cuantiosos recursos y que debemos
acometer gradualmente, con un claro sentido de las prioridades a
considerar.
También pienso que se entienda mejor lo que representa la
rehabilitación del sistema de transporte urbano si se conoce que un
ómnibus articulado cuesta actualmente entre 174 000 y 255 000 dólares
cada uno, mientras que un ómnibus rígido vale entre 62 000 y 90 000
dólares por unidad.
Compañeras y compañeros diputados:
Los problemas en los que hemos concentrado el análisis en estas
palabras tienen solución, pero como se recoge en el informe, al citar
palabras de nuestro Comandante en Jefe:
"... solo trabajando se puede avanzar, solo trabajando se pueden
producir los bienes que el país necesita, solo trabajando se puede
producir más alimentos, solo trabajando se debe salir de las
dificultades más apremiantes que tenemos".
No es por ello admisible alentar la expectativa de que la solución
a nuestras dificultades y carencias solo le corresponden al Estado
resolver.
Será el esfuerzo mancomunado de todos; la organización del trabajo,
la disciplina, el rigor en la elaboración y control de los planes
económicos, la participación de los trabajadores en la toma de
decisiones en cada centro de trabajo, el honor de nuestros
compatriotas, unido a la confianza en el Partido y en la Revolución,
lo que nos hará avanzar y vencer todas las dificultades.
Hoy se abren ante nuestro pueblo infinitas oportunidades para su
desarrollo multifacético.
Podemos contar con el capital humano creado por la Revolución, como
base para el desarrollo hacia la sociedad basada en el conocimiento
que es la garantía del futuro.
Precisamente hoy conmemoramos el 45 aniversario de la proclamación
de nuestro país como Territorio Libre de Analfabetismo; hazaña épica
que abrió las puertas a la revolución educacional que se inició
entonces y que continúa hoy su ritmo ascendente.
Nuestro pueblo es hoy capaz de garantizar la continuidad de la obra
de la Revolución, tal y como nos lo demandara nuestro Comandante en
Jefe en su Proclama del pasado 31 de julio.
Al referirse al tiempo que ha transcurrido desde entonces, el
Segundo Secretario de nuestro Partido, expresó el pasado dos de
diciembre:
"... grande ha sido la sorpresa y la frustración para nuestros
enemigos y mucho más grande la admiración de las mayorías oprimidas al
presenciar el ejemplo de firmeza, ecuanimidad, madurez y confianza en
sí mismo que ha dado nuestro pueblo en los últimos cuatro meses."
Hoy podemos decir al querido compañero Fidel: siga Ud. trazando los
nuevos derroteros del combate por el bienestar de su pueblo en esta
tregua fecunda. Nosotros estaremos listos para cumplir sus órdenes y
garantizar su obra, con la fe en la victoria que siempre nos ha
inculcado.
Muchas gracias |