Cuba
cerrará el 2006 con un crecimiento del 12,5% en términos del Producto
Interno Bruto (PIB), lo que constituye la cifra más elevada de su
historia revolucionaria y expresa la tendencia a la consolidación
gradual de la economía que se viene observando desde el año 2004,
reconoció ayer la Asamblea Nacional del Poder Popular, presidida por
el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Vicepresidente de los
Consejos de Estado y de Ministros.
Se trata de un crecimiento fruto del enorme esfuerzo de nuestro
pueblo y con probados resultados de impacto directo en la vida
cotidiana de las familias, aunque el país no ha logrado todavía
rebasar el periodo especial, y sigue en ascenso la guerra multilateral
del imperialismo yanki contra nuestra nación, evaluaron los diputados,
cuyos intercambios estuvieron guiados por Ricardo Alarcón, presidente
de la Asamblea.
Por acuerdo unánime de los parlamentarios, el 2007 se llamará
Año 49 de la Revolución. La propuesta fundamentada por Alarcón
también prevé que en lo adelante cada año se denomine por el orden
cronológico de los aniversarios de la Revolución. Ningún nombre, opinó
Raúl Castro, refleja el conjunto de intereses de este pueblo que los
años de vida de la Revolución.
Solo después de ocurrida la votación, el también Segundo Secretario
del Partido contó a los presentes que la idea había sido consultada a
Fidel, quien manifestó su acuerdo y sigue progresando en su
recuperación.
En
la sesión, los diputados examinaron el desempeño económico y social
del país durante el 2006 y aprobaron el Plan y el Presupuesto del
Estado para el 2007. Sobre esos temas se pronunció antes la Comisión
de Asuntos Económicos y hubo polémico intercambio centrado en las
deficiencias internas del país.
Cuestiones como transporte de pasajeros, construcción y reparación
de viviendas, producciones agrícolas, desarrollo de la Revolución
Energética e insuficiencias asociadas a la falta de disciplina social
y laboral, marcaron pauta en las reflexiones.
Entre los asuntos más cuestionados estuvieron los bajos
rendimientos agrícolas, los altos precios en los mercados
agropecuarios y las elevadas cifras de dinero que todavía las empresas
estatales de ese sector deben a campesinos independientes y
cooperativistas. A sugerencia de Raúl, la Asamblea decidió que en su
próxima sesión le sea presentado un informe especial acerca de las
causas de los mencionados impagos y las soluciones.
Todo lo analizado, señaló el Presidente de la Asamblea, requiere la
labor activa del pueblo. Solo con la intervención real de la gente en
el ejercicio del poder y la participación social es que podremos
enfrentar las tareas por delante, subrayó Alarcón, al clausurar la
intensa jornada de discusiones.