"Los ídolos infunden respeto, admiración, cariño y por supuesto
grandes envidias. Cortázar inspiraba todos esos sentimientos como
muy pocos escritores, pero inspiraba, además, otro frecuente: la
devoción", escribía el Premio Nobel de Literatura, Gabriel García
Márquez, al evocar a ese volcán de las palabras, autor de Rayuela,
libro de cabecera de varias generaciones de nuestra América y obra
renovadora de la novela latinoamericana del siglo XX.
Entre las rendijas indivisibles de estas letras del creador de
El amor en los tiempos del cólera se puede descubrir la ruta
hacia la vida de otro de los precursores del pensamiento
internacionalista cubano y cátedra deslumbrante del vínculo entre
literatura y militancia política: Pablo de la Torriente Brau,
presente en la permanente alquimia del Centro que lleva su nombre,
adonde llegaron conocidos trovadores para recordar al prócer de
juventudes.
El concierto Una canción para Pablo, fue dedicado también
al décimo aniversario de la institución —capitaneada por Víctor
Casaus—, y al cumpleaños 76 de Teresita Fernández, una madre
nutricia de los niños cubanos, quienes han encontrado en su poesía
una rampa de lanzamiento hacia el mundo ilimitado, hipnótico de los
paisajes infantiles.
Las canciones de Teresita son un santuario en este tiempo de
voraces políticas de comercialización y promoción que parecían que
habían puesto en cuarentena la canción infantil y otras tendencias
de la música, todavía prácticamente desaparecidas de la pantalla por
una posible mala interpretación de los hacedores de la órbita
televisiva.
La perfecta diosa del universo infantil, sentada cerca del
escenario y de Ruth de la Torriente Brau, hermana de Pablo, comentó
"De todos los cumpleaños que he tenido, el de hoy, junto a Pablo, ha
sido el más emocionante. Al parecer el trabajo con los niños no me
permitió darme cuenta de la edad que tenía y así he llegado a los
76".
"Nunca he viajado por contratos ni por grabar discos, sino por mi
amistad con los pueblos y he conocido muchos países pero digo con
orgullo que me quedo en Cuba", añadió.
Los trovadores Ariel y Amanda, Ariel Barreiro, Ihosvany Bernal,
Raúl Verdecia, Manuel Argudín y Vicente Feliú participaron en esta
"acción de resistencia cultural, contra la inercia y la apatía",
como definió Víctor Casaus al presentar el concierto .
Los ganadores del concurso Una canción para Pablo,
Juan Carlos Pérez, Marta Campos, Silvio Alejandro Rodríguez, Heidi
Igualada, Fernando Cabreja, y Eduardo Sánchez, cerraron el homenaje
que confirmó el compromiso de la Nueva Trova por mantener viva la
memoria del revolucionario y culminó el ciclo de eventos realizados
durante el presente año a propósito del aniversario 70 de la muerte
en combate del periodista y luchador antifacista.