Acciones insurgentes en las
explosivas provincias iraquíes de Diwaniya y al Anbar costaron la vida
a cinco soldados estadounidenses, admitió hoy el mando militar de ese
país aquí en un parte sin verificación independiente.
Del total de víctimas, tres murieron en una acción de combate,
según la descripción del portavoz, el cual se abstuvo de proporcionar
más detalles.
Corresponsales acreditados aquí notaron que se alude a una
confrontación, en singular, la cual, dado el poder de fuego de las
tropas estadounidenses, debe haber sido una acción prolongada y con un
enemigo bien armado y sólido.
De los dos restantes, uno murió "por causas no hostiles", siempre
según la descripción oficial, que excluye pormenores sobre la otra
baja letal, la número dos mil 947 desde el inicio de la ocupación,
según un recuento oficioso de aceptación universal.
Aunque hasta este martes parecía que este país árabe se había
habituado al caos ocasionado por las acciones de la resistencia a la
ocupación extranjera, el atentado de esa jornada, que dejó 70 muertos
y casi 300 heridos, sobrepasó lo visto hasta ahora.
En esa cuerda, dos comandos de la resistencia se lanzaron hoy en
sendos camiones cargados de explosivos contra la base de una
organización paramilitar encargada de proteger instalaciones
petroleras.
La acción suicida, registrada en la localidad de Riyad, unos 200
kilómetros al norte de esta capital, causó la muerte a nueve soldados
y heridas a una decena de personas sin identificar, según una fuente
oficial.
La base corresponde a una fuerza bajo la autoridad del Ministerio
de Defensa y tiene la misión de cuidar las importantes instalaciones
petroleras en la provincia de Kirkuk, blancos de frecuentes ataques
por parte de la resistencia.
Detalles de medios oficiosos dijeron que uno de los comandos
conducía un camión cisterna cargado de combustible y lo lanzó contra
el perímetro de la instalación, al tiempo que hacía detonar una carga
explosiva que llevaba fijada al cuerpo.