El célebre cineasta británico Stephen Frears no descartó que la guerra de Iraq y la incursión de su país en esa invasión pudieran llegar a ser un tema para uno de sus proyectos futuros, pero aclaró que hoy no ha pensado en eso: "No estoy trabajando en nada ni para nadie".

A una pregunta de Granma, durante una conferencia de prensa en el ámbito del XXVIII Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, el director de La Reina (2006), filme estrenado el último jueves en el teatro Karl Marx, calificó de "algo terrible" la posición del gobierno del primer ministro Tony Blair sobre Iraq, "algo que nos debe hacer pensar".

"Todo el mundo sabe que el hecho de que Blair apoye la guerra es ridículo, siempre va a haber algo que decir —en relación a un posible tratamiento fílmico—; es una actitud tan estúpida, una cosa bastante tonta¼ "

A otra interrogante de este redactor sobre cómo recibiría la decisión de distinguirlo, por su trayectoria artística, con la Orden de "Caballero" del imperio británico, como se hizo con Paul McCartney, Mick Jagger y Elton John, respondió:

"Bueno, yo no le haría mucho caso, la rechazaría, pero mi esposa me mata. Yo le tengo tanto miedo a mi esposa que yo siempre haría lo que ella me diga."

La Reina es el último trabajo de Frears estrenado mundialmente este año y muestra la lucha interna de la reina Isabel II — interpretada por Helen Mirren, de gran actuación y parecido físico con la soberana—- en los días inmediatos a la muerte de Lady Di, en agosto de 1997, en un contexto aprovechado políticamente por el nuevo primer ministro Blair (Michael Sheen) y sus asesores que acuñaron el término "la princesa del pueblo".

Frears, 65 años, director de la conocida película de los años ochenta Las amistades peligrosas, comentó a la prensa que nadie había hecho antes una película sobre la reina; "nos pareció muy bien encontrar esta temática, uno siempre tiene que estar tratando de hacer cintas que les gusten a las personas, pero en este caso no sé la opinión de ellas y si realmente la han visto".

Antes de la exhibición de su filme en el repleto teatro, en el que se encontraban Gabriel García Márquez, y el presidente del Festival Alfredo Guevara, Frears subió al escenario.