MOSCÚ, 8 de diciembre (PL) — Una exposición fotográfica del
artista Valeri Maslennikov dedicada al aniversario 50 de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias y al natalicio 80 del presidente Fidel Castro
fue inaugurada hoy en la sede de la embajada cubana en Rusia.
Ante una amplia representación del cuerpo diplomático
latinoamericano acreditado en la Federación rusa, intelectuales y
funcionarios de la legación, el embajador Jorge Martí destacó el
simbolismo de la quincuagésima muestra de este artista.
El autor quiso presentarla en territorio cubano, de manera
coincidente con el aniversario 50 del desembarco del yate Granma,
acontecimiento que significó el acto fundacional de las Fuerzas
Armadas de la mayor de las Antillas, dijo el diplomático.
Martí subrayó que Maslennikov pensó desde 2005 dedicar el conjunto
de imágenes al natalicio 80 del presidente Fidel Castro, y con ese
objetivo regresó a Cuba, después de tres décadas de ausencia, en el
primer semestre de este año para actualizar su archivo.
Estamos en presencia de un prestigioso creador que ha expuesto en
Rusia y en el extranjero, pero sobre todo se trata de un humanista que
ha dedicado la mayor parte de su vida y su obra a nuestra pequeña
isla, concluyó el embajador.
Maslennikov, por su parte, recordó que en los años 70 tuvo la dicha
de trabajar como colaborador en Cuba, y desde entonces vio con ojos
propios por qué le llaman primer territorio libre de América.
Enamorado a primera vista de la mayor de las Antillas, dijo,
regresé en el primer semestre de 2006 para reencontrarme con
experiencias como el desfile que cada año se celebra en la Plaza de la
Revolución el primero de mayo.
El artista explicó que en esa conmemoración volvió a ser testigo
del contacto del presidente cubano con cientos de miles de
trabajadores, e incluso logró captar fotográficamente ese encuentro.
Recordé entonces la pregunta que Fidel Castro formuló al comandante
de la Sierra Maestra Camilo Cienfuegos en su primer discurso en la
fortaleza de Columbia, en La Habana, en enero de 1959, y tomé como
título para esta muestra la respuesta actual de todos los cubanos.
El fotógrafo expresó su gratitud a la embajada cubana en Rusia y a
diversas instituciones y amigos que lo apoyaron en Cuba para hacer
realidad "este humilde homenaje".
Integrada por 27 instantáneas en las que sobresalen la luz y la
diversidad de colores de la naturaleza cubana, Fidel, vamos bien
enfatiza en la espontaneidad y la alegría cotidiana de los habitantes
de la isla.
Ese estado de ánimo devenido modo de vida, resulta elemento común
en los niños que disfrutan durante sus juegos o en la escuela; en los
rostros de hombres y mujeres captados en grandes primeros planos y en
personajes típicos ya del entorno de La Habana Vieja.
El reencuentro con la arquitectura del archipiélago caribeño
impacta a Maslennikov, quien dedica una sección de la muestra a la
Catedral y el Capitolio de La Habana, el remozado Palacio de Valle, en
la provincia de Cienfuegos y las torres de las iglesias.
En resumen, un homenaje nacido del corazón de un artista, que une
sus sentimientos a quienes en todo el mundo celebran dos
acontecimientos trascendentes de la historia de Cuba.