Un ejemplar de macao, especie de cangrejo ermitaño, es objeto hoy
de la curiosidad de numerosas personas, ya que a diferencia de sus
congéneres escogió para refugiarse un pomo plástico vacío de pastillas
multivitamínicas.
El inusual descubrimiento lo hizo Clara García, vecina de la
barriada Peñas Altas, en la ciudad de Matanzas, a 100 kilómetros de la
Habana, cuando al salir al patio de su casa observó como el blanco
frasco se movía con lentitud, pero de forma continua.
Repuesta del asombro, se acercó y pudo verificar cómo el macao de
marras en vez de escoger un acostumbrado caracol para protegerse, al
parecer movido por la modernidad, decidió probar otro tipo de
habitación para delicia de los vecinos de Clara.
El macao es una especie de cangrejo ermitaño que, al carecer de
caparazón en su abdomen, busca refugio en variados caracoles, los
cuales sustituye en la medida que va creciendo.
Al parecer, este crustáceo se decidió en esta ocasión por una
morada más confiable, de menor peso y con mucha más claridad.
Este animal dispone de una muela con la cual aprisiona fuertemente
a sus presas y resulta muy difícil de desprenderse. De ahí una frase
muy típica en Cuba, "hay que darle candela como al macao", cuando una
persona está prendida a alguien o algo y se niega a soltarlo. (