NUEVA GERONA.— Por este brazo corre sangre cubana, por este otro sangre mambisa y por todo el cuerpo hay fuerzas para seguir luchando¼ , afirma la anciana Luisa Cruz Cárdenas, quien acaba de cumplir 100 años.

Lo de revolucionaria me viene desde las entrañas, enfatiza esta mujer en la comunidad rural Ciro Redondo, en la Isla de la Juventud. Allí reside desde hace años junto a su única hija, seis nietos, ocho bisnietos y seis tataranietos, quienes junto a los vecinos celebraron su centenario.

Luisa evoca orgullosa al padre Justo Cruz Toledano, quien, como integrante del Ejército Libertador, combatiera bajo las órdenes del General Calixto García en la zona oriental, donde nació.

Siempre nos decía —recuerda-— que cumpliéramos con la Revolución, que ella estaba por encima de todo.

Él no pudo ver a su Patria libre, pues murió después de cumplir los 100 años en 1958, poco antes del triunfo de la Revolución, que tanto añoró. Hoy estaría feliz —dice—- de ver lo logrado a favor del pueblo y a la mayor parte de sus descendientes formados como profesionales, técnicos y personas preparadas.

Haber llegado a los 100 años depende del cuidado de sus familiares y del médico y enfermera de la familia, y también de uno. Me gustan las flores, la música, conversar¼ ", agrega.

A los jóvenes les digo, subraya, que nunca olviden el compromiso con los que lucharon, que igual hagan hoy, que tengan mucha voluntad para continuar¼